El pasado viernes 11 el hall del Club Social El Asador, fue el escenario en que se desarrolló el primer casamiento oficiado por un Alcalde de Libertad como oficial del Registro de Estado Civil. Si bien ya se había realizado el primer casamiento en el Municipio, oficiado por la Alcaldesa suplente, había sido en un establecimiento rural y no en el lugar elegido por el Municipio como el habitual para estos eventos de ahora en más.
Casi puntualmente a las 16 -como estaba fijado-, ataviado de camisa blanca, pantalón crema y a la cintura una faja con los colores de la bandera uruguaya, Santos salió del salón principal de El Asador para consultar a los novios si estaban listos para comenzar con la ceremonia y ante el sí de éstos se dio inicio al trámite, que fue seguido de cerca por dos funcionarias del Juzgado de Paz, que era la dependencia que hasta ahora realizaba las uniones civiles.
Con la inusual presencia de cámaras de televisión y de medios de prensa, Paula Yacusa y Matías Varela, fueron los primeros en ser casados por Santos, que antes del acto formal explicó ante los presentes el cambio que estableció la última Ley de Presupuesto, a pedido de las autoridades de la Suprema Corte de Justicia. Santos mencionó que a partir de ahora podrá tocarle casar a amigos o familiares, generando así la risa del puñado de personas que estaban invitados a la boda.
Luego, tal y como hacían los jueces de Paz hasta el año pasado, invitó a los testigos y a la pareja a firmar, para luego proceder a leer algunos artículos del Código Civil referidos al matrimonio civil -el único que legalmente se reconoce en el país-, tras lo cual pronunció las palabras, que se traducen en algo así como “por las potestades que se me otorgan como Oficial del Registro del Estado Civil, los declarado marido y mujer”.
El clásico permiso para besarse y la entrega de la libreta, dan por finalizada la primera ceremonia realizada por un Alcalde. Después llegaron los abrazos, las felicitaciones, las fotos, pero eso es parte de la privacidad de los contrayentes. A efectos periodísticos, la tarea termina por ahí.
Tras la ceremonia, consultado el alcalde Matías Santos sobre cómo vivió la experiencia, reconoció que al principio sintió muchos nervios, pero que la terminó viviendo con alegría.
Por Javier Perdomo.