La movida que ha generado en Puntas de Valdez, barrio Pascual y balneario Kiyú la organización de la sociedad civil Sin Pavimento, inició en este mes de junio una nueva etapa al presentarse las conclusiones de las instancias de recolección de información y transitar el camino de concretar las soluciones colaborativas en las que se concluyó.
Florencia Sicilia ha sido la vocera de este trabajo hormiga de meses y meses de entrevistas y reuniones realizado por un grupo de jóvenes mujeres, que ahora tiene objetivos definidos. “Soluciones colaborativas”, como ellas las llaman.
En diálogo con La Semana Florencia Sicilia comenzó diciendo que la localidad de Puntas de Valdez “lo que la gente planteó fue trabajar para que se generara el Municipio de la localidad, pero como sabemos que durante el nuevo período de gobierno no hay voluntad política para generar nuevos municipios, para no gastar pólvora en chimangos, no vamos a iniciar la recolección de firmas ya que la última voluntad la tiene el Intendente y por lo que nos cuentan, el Intendente dirá que no a un Municipio”.
Por eso han puesto el foco en una necesidad concreta y es comenzar a trabajar en las cuestiones públicas de la localidad. ”Lo que sí vamos a solicitar es hacer un intercambio de tierras para poder generar una plaza pública en Puntas de Valdez”, dijo la integrante de Sin Pavimento.
Florencia Sicilia explicó que “lo que necesitamos es que la Intendencia tenga la amabilidad de trocar tierras con un privado. Esta persona está dispuesta a donar un terreno muy favorable para la plaza, porque está en el centro del pueblo, porque es donde se junta la gente (el lugar es conocido como el terreno de Paglione). Mauro Paglione quiere que se construya una plaza ahí, pero necesita que la Intendencia le otorgue otro terreno a cambio”. Para alcanzar este objetivo, el grupo ya pidió una entrevista con el intendente Pedro Bidegain, cuya concreción podría darse en el correr de los próximos días.
Aclaró Florencia Sicilia que el objetivo de municipalizar Puntas de Valdez no está abandonado. “Ya pusimos en agenda esta necesidad de la municipalización, porque somos un territorio grande, porque somos un pueblo que está creciendo con rapidez, por lo que hay algunos desafíos que tenemos que enfrentar y para ello es mejor tener la categoría de Municipio”, dijo.
Pero no sólo Puntas de Valdez interesa a Sin Pavimento. También el llamado “Barrio Pascual” es otro de los objetivos del movimiento. “Queremos dar apoyo a la gestión de la comisión del barrio, que hace varios años viene con el proyecto de construir un salón comunal y no lo ha podido concretar”, dijo Sicilia, que explicó que ellas estarán ayudando en el diseño del proyecto a presentar en el sistema de obras por convenio con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, que año a año otorga hasta el 75% del costo de cada obra seleccionada y luego es cada organización la que se encarga del resto.
CONSERVACIÓN | En balneario Kiyú, las preocupaciones pasan por otro lado. El problema es la conservación de hábitat y que se conozca la rica historia del lugar. Por eso, comentó Sicilia, “la solución que encontramos fue crear un muestrario histórico, porque consideramos que uno de los mayores problemas que hay allí es que hay un bajo involucramiento con todo el acervo cultural, con el patrimonio que hay allí. Es un trabajo que hay que iniciar desde cero y ahí vamos a necesitar la voluntad política del Municipio y la iniciativa y participación de toda la comunidad”.
Consultada Sicilia sobre de qué forma se llegó a estos proyectos dijo que “se encontraron después de haber hecho mesas intersectoriales, a las que se convocaron a vecinas, representantes de las instituciones y líderes políticos a que fueran a hablar sobre cuáles eran los principales desafíos y retos de los territorios. La gente asistió, participó, nosotros entrevistamos a personas. También tuvimos la participación de varias asociaciones civiles, organizaciones sociales, el Municipio de Libertad, la Junta Local de Puntas de Valdez, en Kiyú la comisión del balneario, los pescadores, algunos pobladores”.
“A partir de las entrevistas y de lo que la gente nos contaba, nosotros fuimos atando cabos y tratamos de idear estas soluciones que den respuesta a los desafíos que están enfrentando los pueblos”, dijo Sicilia, que consultada cómo se sigue ahora, dijo que “el mapeo como tal ya está terminado, lo que queda ahora es la ejecución de las soluciones encontradas”. Aclaró que “estas acciones están abiertas a la participación de quien quiera sumarse”.
PANDEMIA | En el arranque de 2020, La Semana conversó varias veces con Florencia Sicilia, para adelantar lo que sería el primer encuentro nacional de Puntos de Cultura, que se realizaría los días 14 y 15 marzo en balneario Kiyú. La expectativa era grande porque llegarían al balneario jóvenes de los 19 departamentos del país, a compartir dos días en que además de ver distintos espectáculos, se hablaría de los problemas de la cultura.
Pero todo quedó en la nada, porque el 13 de marzo se registraron los primeros casos de coronavirus y se suspendieron todas las actividades públicas. Florencia Sicilia recuerda ese momento hoy: “el primer caso de coronavirus fue el 13 de marzo, el 14 comenzaba el encuentro, estaba todo listo, había gente de Artigas, Rocha, Treinta y Tres, que estaban en Tres Cruces, cuando a mí me llamaron diciéndome tienen que suspender todo. Todos se tuvieron que regresar de nuevo. Tuvimos mucho apoyo por parte de todos, pero fue un esfuerzo inmenso para que se desvaneciera en un segundo. Estaba toda la comida pronta, hubo que cubrirlo, por supuesto. Perdimos plata, la mitad del recurso que teníamos había sido invertido en cartelería, en comida”, contó.
Igualmente, el encuentro no está descartado. “Se piensa en una fecha que todavía no es oficial, pero sería en diciembre de este año y si no se iría a enero o febrero de 2021. Queremos hacerlo en una fecha donde Kiyú nos reciba bien, que haya calorcito”, dijo Florencia Sicilia.
ARTISTAS | Para las integrantes de “Sin Pavimento”, la emergencia sanitaria también les ha traído dificultades. “Nosotras vivimos de dar clases y todas se suspendieron, será difícil retomar, más las nuestras que son clases de arte o expresión y por lo general es a lo último que se vuelve”, dijo Florencia.
Aclaró que “estamos altamente informalizadas, porque no tenemos protección social. Cada vez que facturamos lo hacemos por una cooperativa de arte que no aporta al BPS. Es una situación compleja, no sólo nuestra. Hay muchísimos artistas y personas que hacen cultura en el interior del país que la están pasando mal”.
“Por lo general las más jóvenes, que vivimos en el interior, tenemos nuestras familias que nos brindan un techo y un plato de comida, pero hay muchas otras que tienen que darle de comer a sus hijos y no están pudiendo”, dijo con preocupación Sicilia.
Por Javier Perdomo.