En esta edición de su periódico debería estar publicándose lo que era un clásico de todos los fines de año, el Anuario 2020, que en función de las complejas circunstancias por las que todos estamos atravesando, decidimos no encarar en la oportunidad, porque su publicación depende exclusivamente del aporte que el comercio puede hacer y más allá que sabemos que los comerciantes siempre respaldan a este medio, no era tiempo de pedir imposibles.
Igualmente no podemos dejar de hacer por lo menos un breve repaso de los saltos constantes a los que nos ha sometido el año que se está yendo. En las siguientes páginas, miremos lo que nos dejó y nos quitó el año 20 cuya finalización es deseada por la mayoría.
Comenzó este año redondo, como tiene que comenzar todo año, con los primeros 15 días de descanso absoluto y las playas con una ocupación aceptable, más allá que veníamos de algunos años con relativa baja en la actividad económica, aunque la gran mayoría seguía flotando en las aguas turbulentas pero no innavegables que nos tocaba atravesar. Era año de cambio de gobierno y en esta ocasión de signo político, por lo tanto allí había otras expectativas e incertidumbres para el futuro, pero eso en enero, poco importaba, mal o bien, todos estábamos en otra cosa.
Bien se puede dividir el año 20 en dos etapas, el de la “normalidad” que fue hasta el 12 de marzo, y el pandémico, que comenzó un fatídico viernes 13 de marzo y se extenderá hasta el 31 de diciembre. Pero en este caso no podemos decir “año nuevo, vida nueva”, porque al coronavirus el almanaque lo tiene sin cuidado y seguirá diciendo presente vaya a saber por cuánto tiempo más.
VERANIEGOS | Veamos algunas cosas que ocurrieron en los dos meses y 12 días previos a la pandemia: en las playas, eran variadas las visiones sobre la temporada veraniega; a algunos les iba bien y a otros no tanto, pero cierto era que los fines de semana la costa uruguaya -por ende la ubicada en el territorio de San José-, lucían repletas de gente y las actividades conexas que se realizan en los balnearios eran exitosas.
En Kiyú, un evento que generó polémicas fue la preselección de reina del carnaval, actividad que fue cuestionada por el colectivo “Mujeres en Libertad” y por el psicólogo Damián Romero. A su vez, los grupos movilizados por la reapertura de Arazatí continuaron sus gestiones y movilizaciones buscando ese fin, mientras que en las playas se hacían los tradicionales eventos deportivos; dígase torneos de volley, rugby y fútbol o las cada vez más populares carreras de MTB.
Por supuesto que en febrero fue tiempo de carnaval y hubo hasta quienes se rieron de eso que estaba pasando allá lejos, en China y en Europa, por eso en el desfile de Libertad, salió un grupo de jóvenes disfrazados que se dieron por nombre “culona-viru”. Ya habría tiempo para hablar el virus.
También en febrero se jugaba al fútbol, arrancaba el nacional de selecciones del interior y -en otra área de actividad-, asumía el nuevo Parlamento (por San José asumían los diputados Rubén Bacigalupe -PN-, y Nicolás Mesa -FA-), en tanto que la comunidad se preocupaba por un serie de hechos de sangre ocurridos en Ciudad del Plata y San José de Mayo, en plena temporada estival.
Por febrero también, tuvimos una primera muestra de lo que vivía el mundo con la pandemia, ya que el acuerdo de Lifan con BMW Brilliance Automotive, quedaba paralizado ya que los kits de autos no podían salir de China, por estar ese país en cuarentena total.
CAMBIO DE GOBIERNO | En Libertad, la Asociación Médica de San José, anunciaba una millonaria inversión en la ciudad para construir su sanatorio (cuyos primeros pasos se dieron en diciembre), y comenzaba a manejarse con incertidumbre qué iba a pasar con los Centros MEC tras la asunción del nuevo gobierno, acontecimiento éste que ocurrió -como cada cinco años-, el 1° de marzo. Luis Lacalle Pou, asumía su cargo, realizando anuncios que más o menos eran esperados en un período prepandémico.
Con la asunción del nuevo gobierno se daban los primeros nombramientos a nivel departamental: el intendente José Luis Falero pasaba a la subdirección de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), y asumía Pedro Bidegain como intendente, quien en principio estaría hasta la asunción de las nuevas autoridades departamentales programada para el mes de julio, pero al final tiró en el cargo hasta noviembre porque las departamentales se reprogramaron para setiembre. Antonio Atilio asumía a su vez, como Director Departamental de Salud.
En la Jefatura de Policía asumía Orestes Leles, quien al segundo día de estar en la Jefatura ya había generado polémica por un operativo en una plaza de la capital departamental, donde fueron detenidos de forma violenta dos artistas callejeros. El novel diputado frenteamplista Nicolás Mesa expresaba su preocupación al jefe y también en la Cámara de Diputados.
Como nota distinta, vale recordar que en los primeros días de marzo se realizaba una movida por el esperado regreso a la competencia deportiva del fútbol infantil del Club Atlético Las Palmas y también se realizaba en Libertad, un encuentro de hip hop con la participación de decenas de cultores de ese género musical de todo el país.
Hasta allí transitábamos la normalidad del año 2020, con el gobierno preparándose para enviar la Ley de Urgente Consideración (LUC), para su estudio y aprobación por el Poder Legislativo y con los primeros movimientos en materia de gestión, decretando el aumento de tarifas y la quita de 2% a las rebajas en compras con dinero electrónico.
LA CATÁSTROFE | Pero todo quedó trastocado cuando los uruguayos nos enteramos que una señora Carmela Hontou, dedicada al comercio de pieles, había llegado al país desde Europa portando el coronavirus y se había ido a un casamiento, desparramando el virus a diestra y siniestra. Desde ese momento, todo se detuvo.
Eso ocurrió entre el jueves 12 y viernes el 13 de marzo y desde allí en más, comenzó la catarata de suspensiones de eventos que estaba previsto se realizaran el fin de semana del 14 y 15, como un encuentro de cervezas artesanales en Libertad, la Fiesta del Mate de San José, fiestas criollas y demás. Por supuesto que las clases quedaron también suspendidas y todo aquello que aglomerara público se dejó de hacer, pero eso será materia para la segunda parte de este informe, la etapa pandémica del año 2020, que podrá leer al pasar la página.
Por Javier Perdomo.
