El pasado miércoles se “cerró el círculo” para el grupo de vecinos de Libertad que en su momento fueron participantes del movimiento “Quiero comprar mi casa”, disuelto luego que el Senado de la República rechazara en 2019 el proyecto de ley de vivienda popular presentado por la Unidad Popular. El grupo tenía dinero y equipos que fueron donados a familiares de Diego Bozzolasco y a la escuelita de Barrio Colón.
Como se recordará, el proyecto de creación de un plan de vivienda popular, había sido aprobado por los diputados de los partidos de la oposición –blancos, colorados e independientes, además de Eduardo Rubio que lo había presentado-, con el apoyo del frenteamplista Darío Pérez (hoy ya no es Diputado), voto con el cual se llegó a los 50 votos necesarios para su aprobación.
Pero en la Cámara Alta la ecuación fue diferente, no hubo votos del Frente Amplio a favor del proyecto, que en ese momento tenía mayoría parlamentaria, y se terminó votando un proyecto sustitutivo que molestó mucho a los integrantes de “Quiero comprar mi casa”.
La ley sustitutiva creó el “Instituto de Reforma Urbana y Hábitat” como persona pública no estatal a partir del reordenamiento administrativo de tres programas que se ejecutaban en ese momento: el Plan Juntos, el Plan de Mejoramiento Barrial, y el Plan de Relocalización.
LOS FONDOS | Desde allí el movimiento que respaldaba la iniciativa el proyecto presentado por Rubio, entró en el ostracismo y decidió su autodisolución. Pero en el caso de Libertad, el grupo local tenía una importante cantidad de dinero ahorrado, a partir de las distintas actividades de recaudación de fondos que realizaron mientras se procesaba la creación y posterior presentación del proyecto de ley. También todos los integrantes del grupo hacían un aporte mensual de 100 pesos.
Mabel Fernández, fue vocera de “Quiero comprar mi casa” y una de las referentes del grupo libertense. En diálogo con La Semana contó que el dinero que se reunía en las jornadas se utilizaba para ir a las distintas actividades que se desarrollaban en Montevideo o en el interior del país y también para realizar donaciones y ayudar a personas que estuvieran pasando por alguna dificultad.
Por eso mismo, el movimiento no podía disolverse sin colaborar. De todo lo reunido por el grupo, quedaban en una cuenta bancaria 42 mil pesos, al que el movimiento quiso darle buen destino.
Pensando en la situación por la que está pasando la familia del niño Diego Bozzolasco, que será operado de leucemia el próximo lunes 19, es que decidieron entregarles un total de 30 mil pesos, mientras que a la “Escuelita del barrio Colón”, en cuyas instalaciones se reunieron más de una vez, les entregaron otros 12 mil pesos más la computadora y la impresora que era propiedad del grupo.
La entrega del dinero y del equipo de computación se realizó en la sede del Club Atlético Las Palmas, lugar donde ahora está funcionando la escuelita (que dejó el local de la calle Oribe y será motivo de otra nota). Concurrió a recibir el dinero la tía de Diego Ana Laura y la maestra “Marita” representando a la escuelita.
Así fue que con ese acto, quedó disuelto en forma oficial el grupo libertense de “Quiero Comprar Mi Casa”, habiendo cerrado la cuenta bancaria, donado el dinero y las pertenencias del grupo. Es bueno informarlo.
Por Javier Perdomo.
