El pasado sábado 17 en la tarde, integrantes del movimiento «Quiero Comprar mi Casa», de San José, Rafael Peraza y Libertad se reunieron en la plaza de los 33 Orientales libertense, para celebrar públicamente la votación afirmativa en la Cámara de Diputados del proyecto de creación de un Plan Nacional de Vivienda Popular, que permitiría que un número significativo de familias que no están incluidas en ningún plan existente, puedan acceder a la vivienda.
La votación del proyecto se cumplió el martes 13 y para el movimiento fue un momento trascendente. 50 votos afirmativos contra 49 (toda la oposición más el diputado oficialista Darío Pérez), fue el resultado de una sesión que demandó más de cinco horas.
El promotor del proyecto, el diputado de Unidad Popular Eduardo Rubio, al defender su proyecto dijo que «habrá que pelear» para que el gobierno incremente de alguna manera el presupuesto para vivienda, «para que se adjudique a cada plan vigente».
Tal como explicáramos en anteriores informes sobre el tema, el proyecto original preveía que se destinara el 1% del PBI para el plan, pero como el Parlamento no puede determinar lo que se invierte del PBI -sería inconstitucional-, debió ser modificado.
Por eso es que el proyecto, de ser aprobado en el Senado, deberá buscar otras formas de financiarse, si es que la Cámara de Senadores le da la otra media sanción. Rubio explicó que hay dos caminos para esto, que fueron presentados por el propio gobierno en su momento y por Fucvam. Rubio planteó la posibilidad de recuperar el Fondo Nacional de Vivienda, «que se ha perdido en el tiempo». Según dijo, su recuperación «significaría duplicar» el monto disponible para las viviendas. El otro camino, dijo, es destinar el Fondo de Estabilización Energética, que es de 140 millones de dólares. El gobierno había propuesto destinar este dinero a rentas generales, y Rubio propuso que se divida ese monto a la mitad y que se destine al plan de Vivienda Popular en 2019 y 2020.
«El proyecto que estamos tratando se presentó en julio de 2015. Tuvo tratamiento, fue estudiado, luego se discutió, fue modificado y finalmente fue aprobado en comisión. Hemos difundido a nivel nacional y tiene un respaldo a nivel nacional y de interés departamental. No es un proyecto que llega de la noche a la mañana», dijo además.
RECHAZO | Pero más allá de esta primera etapa de aprobación en Diputados, en esferas de gobierno el proyecto cuenta con un total rechazo. Así lo expresó la propia ministra de Vivienda Eneida de León, quien dijo a medios nacionales que la ley maneja conceptos y acciones vigentes que se están llevando a cabo.
Por ejemplo, “el Fondo de Vivienda tiene la misma finalidad que se plantea en el proyecto, pero con la única diferencia que nuestros topes especificados son por integrante del núcleo familiar», dijo.
La nueva escala de valores máximos considera ingresos de 40 unidades reajustables (UR) para una persona (42.680 pesos), 60 UR para el caso de dos (64.021 pesos), 72 UR para núcleo familiar de tres miembros (76.465 pesos), 84 para cuatro (89.209 pesos) y 96 para cinco o más (101.956 pesos), explicó la ministra el 23 de octubre del año pasado en conferencia de prensa tras un Consejo de Ministros.
También hizo referencia al 70 % de los programas del Ministerio de Vivienda que atienden al primer quintil de ingresos por hogar (hasta 19.000 pesos) y del segundo quintil de ingresos por hogar (hasta 30.000 pesos). La jerarca afirmó que “no faltan 80.000 viviendas, no son números reales”.
Consultada sobre si le preocupa que la iniciativa de vivienda popular pueda tener una sanción definitiva en el Parlamento, de León dijo que es un tema del Parlamento respecto a la votación y a cómo se financie la iniciativa, no del Poder Ejecutivo.
La ministra dijo que el Sistema Público de Vivienda encabezado por el Ministerio de Vivienda a través de la Dirección Nacional de Vivienda, el Programa de Mejoramiento de Barrios, el Plan Juntos y organismos como la Agencia Nacional de Vivienda, la Comisión Honoraria Pro Erradicación de la Vivienda Rural Insalubre (Mevir) y el Banco Hipotecario del Uruguay hacen un gran esfuerzo, para cumplir con el Plan Quinquenal de Vivienda que tiene por objetivo llegar a las 88.460 soluciones habitacionales.
Ahora el proyecto entrará a su etapa de estudio en el Senado, sin ningún Senador que represente al proyecto (que los diputados opositores lo hayan votado, no quiere decir que los senadores opositores tengan argumentación para defenderlo), y con una bancada oficialista -por lo menos en lo referente a este proyecto-, más monolítica que en Diputados.
CELEBRACIÓN | Pero eso poco importa en estos momentos a los grupos de Quiero Comprar Mi Casa, que están celebrando el triunfo del “primer round” y se preparan para el segundo. En la tarde del sábado, previo a las torrenciales lluvias, se reunieron en la plaza de los 33, para difundir su movimiento y reunir alimentos no perecederos que serían donados a instituciones de la ciudad.
Mabel Fernández de Libertad y Vilma Iglesias de San José de Mayo, han sido dos referentes del movimiento y dialogaron con La Semana sobre lo que fue su participación en la instancia parlamentaria del pasado martes 13. “Fue una jornada muy intensa, entramos alrededor de 16 y 30 al Palacio y el proyecto se aprobó a las 11 y 55”, contó Mabel, que prosiguió diciendo que el grupo, conformado por más de 50 delegaciones que llegaron de todo el país, “estuvo ahí durante toda la sesión”.
Reconoció Mabel que ahora “tenemos una lucha ardua en el Senado, debemos conquistar a los senadores para que nos acompañen con el proyecto. En Diputados teníamos al Diputado que presentaba el proyecto, pero en el Senado estamos más solos, de todas formas sabemos que no hay peor lucha que la que no se pelea”.
Vilma Iglesias a su vez contó que en el departamento quedan tres grupos, porque en Ecilda Paullier y en Rodríguez los grupos se disolvieron. “Estamos en San José de Mayo, Libertad y Rafael Peraza”, dijo Iglesias y calculó que todo el movimiento abarque a más de 300 familias, aunque de alguna forma relativizó esa propia cifra ya que dijo que a veces “la gente se anota pero no toma el compromiso porque sabemos que si este proyecto sale, sale para todos, pero tenemos que lucharla y la prueba está porque había partidos que no lo querían votar y al ver las barras tan llenas, cambiaron de posición”.
Mabel reafirmó lo dicho por Vilma Iglesias, diciendo que dentro del recinto parlamentario había “más de 400 personas” y “nos íbamos turnando para entrar y salir”.
Consultadas sobre si sabía cuándo se analizará el proyecto en el Senado dijo Vilma que será en alrededor de cuatro meses.
“Nosotros tenemos que tratar de convencer a los senadores que este es un problema para la clase obrera, hay 15 planes de vivienda, pero nosotros no entramos en ninguno de ellos. Este es el único plan que nos permite acceder a la vivienda”, dijo Vilma Iglesias, que contó que el próximo miércoles, integrantes del movimiento mantendrán una reunión con el senador Luis Lacalle Pou en Montevideo.
Para ambas mujeres, el Movimiento “Quiero Comprar mi Casa” ha sido su “bautismo de fuego” en la militancia social y así lo ven. Dijo Mabel que para ella “ha sido tremendo desafío también este proyecto, porque era una ama de casa, una simple limpiadora del colegio, pero me entusiasma el poder ayudar a los demás y yo también voy aprendiendo con todo este movimiento”.
En similares términos se expresó Vilma Iglesias al decir que ella comenzó “en una reunión de una plaza, sin saber bien lo que era y hace 15 meses que estamos en esto y hemos hecho mucho en la parte social; sabemos que somos apartidarios, pero en este momento tenemos que jugar con la política, porque que esto salga, depende de ellos”.
El movimiento ahora celebra, pero sabe que en pocos días comienza otra ardua lucha y en un terreno más árido.
Por Javier Perdomo.
