El próximo lunes 19 de noviembre vecinos de San José de Mayo tienen previsto cortar calles y realizar una marcha por la ciudad para reclamar mayor presencia policial en la capital departamental. Posteriormente evaluarán tomar medidas “extremas” si no obtienen respuestas en un plazo de un mes y medio.
La movilización que estaba prevista para este lunes 12 fue postergada debido a la amenaza por lluvias y tormenta que regía hasta este martes de acuerdo al pronóstico del clima. Por esta razón se realzará el lunes que viene a las 20 horas.
La movilización fue promovida por el joven Jonathan Hernández, quien organizara la que se realizó en el mes de setiembre junto al movimiento “Sin banderas” para reclamar mayor seguridad.
Hernández dijo a La Semana que la razón de la protesta se debe “a los hechos delictivos ocurridos” en el medio urbano para los que “no tenemos solución”. Luego comentó que él junto a vecinos tomaron la decisión de llevar a cabo esta medida “drástica” para que los escuchen. “La gente ya no da más, ya no queremos que se nos rían en la cara”, dijo refiriéndose a las autoridades competentes en materia de seguridad en el departamento y a gobernantes.
Al ser consultado por este medio, Hernández descartó solicitar una audiencia con el Ministro del Interior Eduardo Bonomi, como ha ocurrido en otros movimientos. “A nosotros no nos corresponde reunirnos con el señor Ministro del Interior. Si él ve un poco la realidad de San José al día de hoy, no hace falta ninguna marcha ni tampoco ninguna reunión”, dijo al respecto.
MAS POLICÍAS | La movilización estará centrada en solicitar que Jefatura de Policía destine mayor cantidad de su personal a las calles de San José de Mayo para dar mayor seguridad a la población. “Nosotros queremos mayor presencia policial porque hoy por hoy si vemos algún patrullero por la ciudad, es en el centro y muy poco”, comentó. “El pueblo está cansado porque hay robos todos los días y no podemos seguir así”, agregó.
De acuerdo a Hernández sobre ese punto iba a estar centrada la breve proclama que iban a leer al cierre de esta edición: “Hoy tenemos que volver a tomar medidas reclamando seguridad. Sin tener respuestas, volvemos a invadir las calles implorando que se nos protejan en nuestro derecho a vivir en tranquilidad y armonía. Queremos que alguien asuma la responsabilidad. Exigimos una respuesta que hoy por hoy nadie nos brinda. Queremos que sean responsables. Queremos que nos cuiden”, decía.
El corte se hará en las inmediaciones de las calles 25 de Mayo y Asamblea. Posteriormente los vecinos marcharán por Asamblea hasta calle Sarandí, tomarán luego Vidal para subir después por Treinta y Tres hasta el centro de la ciudad. Finalmente se dirigirán hacia la catedral que se encuentra ubicada frente a la plaza de los 33 Orientales, sitio elegido por segunda vez para llevar a cabo la lectura de la proclama mencionada y decir algunas palabras sobre la ocasión y la percepción que poseen sobre la situación.
Aunque en un principio estaba planificado que realizarían una parada para concentrarse en Jefatura de Policía o Fiscalía, Hernández le comunicó a este medio el día domingo que esa idea había sido descartada el sábado.
Días atrás los responsables le enviaron una nota al intendente José Luis Falero para solicitar su autorización. Para ello argumentaron que la realizarían “para reclamar mayor seguridad para el departamento ya que en los últimos días han ocurrido hechos delictivos en forma periódica”.
DIFERENCIAS | A diferencia de la marcha anterior, la del lunes no va a estar apoyada por el Movimiento “Sin banderas”. De acuerdo a Jonathan Hernández, esta vez no llegaron a un acuerdo con respecto a la forma en la que se realizaría, motivo por el cual decidió hacerla con vecinos que si lo estuvieron. “La decidí hacer con vecinos por diferencias que tenemos. Además ellos no apoyan el corte de calles”, comentó.
Además de los cortes de calles, los vecinos también estarían dispuestos a tomar “medidas extremas”, en caso que las autoridades no brinden respuestas a sus reclamos en los próximos días.
De acuerdo a Hernández el plazo previsto para ello por los vecinos será de un mes y medio a partir del próximo lunes. No obstante, dijo que él no participará de movilizaciones futuras que involucren otro tipo de medidas más fuertes.
“La gente tiene pensado otro tipo de medida más severa que yo no apoyo. Si en un mes y medio esto no cambia, algún vecino va a tomar la opción de hacer otra medida extrema para reclamar”, contó.
“Me nombraron de hacer hasta una quema de cubiertas. Yo no apoyo eso porque no creo que sea la solución”, reflexionó.
CONTEXTO NACIONAL | Si bien el Ministerio del Interior había proyectado reducir los delitos en un 24% desde diciembre del año actual hasta marzo de 2019 en el marco de una reducción de los crímenes que venía experimentando el país desde el 2013, esta tendencia a la baja chocó con la realidad actual.
Incluso antes de obtener los datos sobre la cantidad de delitos del primer semestre de este año, el Director de UNICOM (Unidad de Comunicación del Ministerio del Interior), Fernando Gil había anticipado en el mes de junio un récord en materia de delitos en el Uruguay.
«El Uruguay se apronta a reconocer, con datos objetivos, una de sus peores estadísticas de delitos desde que se lleva registro. Lejos de los guarismos a la baja con que cerraron los años 2016 y 2017, este 2018 marcará un triste récord en materia de violencia. Una combinación de varios factores llevaron a esta realidad de la que quedará prueba inequívoca para entenderla e intentar buscar una solución que la revierta», informó.
Tal como había sido adelantado por Gil, las estadísticas que realiza el Observatorio Nacional de Violencia y Criminalidad publicadas en agosto activaron las alarmas en el país.
En su informe semestral, el Ministerio del Interior informó que para el caso de los homicidios hubo un aumento del 66,4%, mientras que las rapiñas se dispararon a un 55,8%. En los primeros seis meses de 2018 se realizaron 14.459 denuncias de este tipo de delitos, mientras que en 2017 se 9.282 registraron denuncias.
No obstante, de acuerdo a lo señalado por Gil en aquel entonces, no será la represión la solución del problema ya que según indicó los niveles de violencia están concentrados en aspectos donde sólo un cambio cultural puede intervenir eficazmente, algo que «los mismos registros lo dejan claro”.
«Pero pocos lo verán así y, en cambio, harán uso y abuso de esos datos para abonar a sus propios intereses. En esa práctica abusiva perdemos todos y, mientras tanto, Uruguay se desangra en manos de la violencia. Ultraviolentos, en eso están algunos uruguayos y lo dejan marcado a sangre», dijo en medios capitalinos.
Por Katherine Martínez.
