Crece la preocupación de los padres de la escuela 65 de Santa Paula, Kiyú, debido a que las anunciadas obras en el edificio escolar aún no han comenzado. A fines de 2022, cuando se trasladó toda la operativa escolar a un salón cedido por la Directiva de Juincam en su sede, la Inspección Departamental dio como fecha de inicio de las obras en la desalojada escuela el 12 de enero de este año, fecha que coincidía con el final de la licencia de la construcción.
Los padres han esperado desde ese día ver algún tipo de movimiento en la escuela, pero hasta este lunes 23 eso no ocurre y el malestar viene en aumento, al punto que se ha reflotado en redes la nota de este medio en que la inspectora Gabriela Callero anunciara para enero el comienzo de las obras y se ha manejado hacer alguna movilización que hasta ahora no ha prosperado.
La Semana se contactó con la Inspección Departamental para consultar otra vez a Callero sobre el retraso, pero la inspectora está de licencia y la persona a cargo de la Inspección Departamental es Claudia Constantino, quien dijo que ya se había comunicado con Callero para expresarle la preocupación ya manifestada a ella por padres y que la Inspectora quedó de contactarse con la Arquitecta de Primaria en San José, para conocer por qué no se ha comenzado a trabajar. No conocía Constantino el resultado de esa consulta, pero se comprometió a volver a consultar a la Inspectora
Constantino, pese a esto, estimó que debe “ser cuestión de días” para que comience la obra. Estos comentarios no conforman a los padres de los niños que a esa escuela asisten. Vale recordar que se estima que la obra se extenderá hasta agosto o setiembre del año en curso y niñas y niños deberán concurrir a clases en Juincam; piensan los padres que cuanto más demoren en empezar, más demoran en volver a su lugar los niños.
Imagen de archivo.
Por Javier Perdomo.