Como todos los 25 de agosto, el Frente Amplio celebró el Día de los Comité de Base. En los comités del departamento hubo distintas actividades durante todo el día y la de Libertad contó con la presencia del doctor Pablo Anzalone, histórico dirigente del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), hoy cercano a Casa Grande, quien ha ocupado cargos de responsabilidad en el área Salud de la Intendencia de Montevideo. En diálogo con La Semana brindó su visión sobre lo que han sido las políticas llevadas adelante por el gobierno para combatir la pandemia.
Anzalone, quien es integrante de la unidad temática de salud en el FA, dijo que “la pandemia es un cambio muy fuerte en la situación sanitaria mundial, que pone de relieve las fortalezas de los países que invirtieron en salud, que desarrollaron sus sistemas de salud y no se subordinaron a las lógicas del mercado, pero también hace ver las enormes desigualdades que existen en el mundo, que se profundizaron porque la pandemia agudizó tanto la pobreza como la desigualdad”.
Respecto a Uruguay -dijo Anzalone-, “hubo fortalezas y debilidades en el abordaje de la pandemia. Hubo varias fortalezas iniciales que estuvieron relacionadas con la creación del GACH (Grupo Asesor Científico Honorario), con la respuesta de la Universidad para lograr los test; el desarrollo inicial de la capacidad de testeo y seguimiento de brotes y todas las medidas iniciales que se tomaron, que lograron controlar durante el primer período de 2020 la situación”.
ERRORES | Pero “al mismo tiempo hubo errores”, porque “por un lado se debilitó el primer nivel de atención, se cerraron las policlínicas cuando era el momento de reforzar el primer nivel y no apostar sólo a los CTI o sólo a esperar en el tercer nivel. También fue un error subestimar el componente salud mental que debería haber sido un elemento clave desde el comienzo, porque hubo una afectación muy fuerte de la salud mental a partir del confinamiento, el miedo, la inseguridad, la depresión”, dijo Pablo Anzalone.
Opinó luego Anzalone que “la idea de descentralizar el seguimiento de los brotes hubiera sido un esquema mucho más eficiente desde el punto de vista del seguimiento epidemiológico. Eso no se quiso hacer, se centralizó todo en el MSP y eso debilitó la respuesta”.
En opinión de Pablo Anzalone “el éxito inicial se fundamentó en un acumulado muy importante, que era el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), y en el fortalecimiento de ASSE (Administración de los Servicios de Salud del Estado), que tuvo una gran inversión y un gran desarrollo, en particular en el primer nivel”. Aclaró el médico que en los gobiernos del FA “las mutualistas también se fortalecieron, tienen problemas sí, pero nada que ver con lo que era en la década de los 90 -del siglo pasado-, o en la crisis de 2002”.
DISTANCIAMIENTO | Consultado sobre cómo entiende que debería haber actuado el primer nivel durante la pandemia, opinó que “tendría que haber sido el primer vínculo con la comunidad. Si bien había que tener cuidado para evitar el contagio, fortalecer el vínculo era una estrategia central. Se confundió distanciamiento físico con distanciamiento social. El distanciamiento físico era necesario, pero el distanciamiento social es un grave problema de salud. Fortalecer los vínculos sociales era una manera de abordar la pandemia de manera participativa, incorporando a todos los actores de la sociedad”.
Anzalone llamó a tener cuidado con descuidarse de cara al futuro y recordó lo que ocurrió al inicio de la pandemia. “Después de ese período en que se había controlado, predominó la idea que nosotros éramos distintos y que no íbamos a tener olas. Eso fue un gravísimo error. Cuando se empezó a alertar sobre el pasado fin de año que se podía perder el control epidemiológico y que era inevitable un proceso de agudización si no se tomaban medidas, la política del gobierno fue rechazar las opiniones de las sociedades científicas”, comentó.
“Todas las sociedades se pronunciaron en el sentido de que había que tomar medidas para evitar el agravamiento de los contagios. Eso generó una catástrofe sanitaria porque en este país que mueran 6000 personas en tan pocos meses es un hecho de extrema gravedad desde el punto de vista sanitario y humano”, agregó.
“Aceptar que eso era inevitable, que había que asumirlo, es incomprensible en términos de salud pública y pensar que este era un problema de responsabilidad individual es ir en contra de todas las políticas de salud pública, que se basan en que la sociedad genera las condiciones para proteger la salud de sus habitantes con su participación, con su involucramiento desde un ámbito colectivo como es el Estado”, consideró luego.
Todo esto, “se combina con otro componente y es que no hubo respaldo económico a los sectores que fueron más vulnerables al confinamiento”, dijo Pablo Anzalone.
RESPONSABILIDADES Y ANTIVACUNAS | Al preguntarle sobre qué opinión tenía sobre la gestión del ministro Daniel Salinas, dijo Anzalone que él es responsable de las cosas buenas y de las cosas muy malas que se han hecho. Es una responsabilidad política indelegable, más allá que en un esquema de poder complicado, terminó decidiendo muchas cosas el Presidente de la República por encima del Ministro. Hay responsabilidad del equipo de gobierno. Pasando raya hubo errores que no deberían haberse cometido”.
Pablo Anzalone fue también crítico con los movimientos que niegan la pandemia y rechazan las vacunas. “Es un punto de vista completamente equivocado, todos nosotros debemos respetar los puntos de vista de los demás, pero discutir con ideas, no con descalificaciones”.
“Una cosa es criticar un enfoque parcializado o puramente biomédico, biologisista, que no incorpora la salud mental, que no incorpora la salud y los vínculos. Eso lo comparto, pero generar políticas en contra de la vacuna es ir en contra de la ciencia, que es una herramienta de cambio. Por supuesto que no es neutra, que depende de cómo se procese, quién la utilice, en función de qué estrategia, pero es imprescindible”, opinó.
Agregó que el hecho de que “en tan poco tiempo se hayan logrado vacunas eficaces es un gran logro científico”.
Dijo por último Anzalone que “el coronavirus nos puso sobre la mesa la crisis ecológica, las dificultades que tiene la humanidad para manejar sus vínculos con la salud animal. Hemos pensado nuestra salud como si no tuviera nada que ver con el clima o con la salud de los animales y es una sola salud, que es la del planeta todo”.
Por Javier Perdomo.