En la Escuela Técnica de Libertad, la reforma marcha a pasos agigantados, pero además da pie a descubrimientos importantes. El pasado jueves, la empresa a cargo de la obra, Gasol S.A., entregó a la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), la primera etapa del trabajo, lo que posibilitará que luego de “Turismo”, la escuela tenga más espacios habilitados para funcionar.
Según lo informado por la propia directora María Fernanda Umpiérrez, el arquitecto de la empresa adjudicataria de los trabajos, junto a la arquitecta referente de la CND y la propia Umpiérrez, recorrieron el sábado las instalaciones culminadas y así formalmente quedaron habilitadas para ser utilizadas por el alumnado del centro de estudio. Informó Umpiérrez que se trata de tres salones y toda la zona de bedelía y sala de profesores, lo que implica un importante avance para la UTU, que luego de esta semana de descanso, podrá contar con esas zonas totalmente reformadas para que funcionen los talleres y algunos otros grupos. Cabe recordar que la mayoría de los grupos están funcionando en aulas contenedores, desplegadas en el predio de la institución.
Paralelamente a esto siguen los trabajos en la zona del hall y el segundo piso del viejo edificio. La tercera etapa incluye la reforma de la fachada del centro de estudio y el recambio de toda la instalación eléctrica del edificio.
Cabe mencionar que se están cumpliendo los plazos establecidos de antemano, por lo que se puede decir que para la segunda parte del año estará totalmente habilitada la refacción general del local ubicado en la intersección de 25 de Agosto y Luis Morquio.
SÓTANO | Pero la obra ha traído algunas sorpresas. Durante los trabajos que se desarrollan en la zona del hall se encontró un sótano, del cual se conocía su existencia pero no se sabía su ubicación exacta ya que hace muchos años que no se abría. Cuenta la leyenda que allí en las primera épocas de la UTU -que se inauguró allá por los años 60 del siglo pasado-, el lugar se usaba como depósito, pero luego se cerró y nunca más se abrió.
“Yo hace 20 años que estoy acá y nunca supe bien dónde estaba ese sótano”, comentó Umpiérrez. Hay que recordar que antes de la Escuela Técnica, el edificio fue sede de un gran almacén que funcionó hasta mediados del siglo pasado.
El concejal Gonzalo Rodríguez, se comunicó con el historiador Arturo Bentancur para que éste conozca el sótano y saber si él tiene mayor información sobre ese lugar que hoy está vacío.
Por Javier Perdomo.
