Sociedad

Obispo Antúnez: “La Iglesia puede ser un articulador de solidaridad”

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Para la última edición de agosto, anunciamos la publicación de una nota con el nuevo obispo de San José y Flores Fabián Antúnez, pero distintos compromisos de quien aún no ha cumplido ni un mes como la máxima figura de la Diócesis impidieron que ésta se realizara a tiempo para publicarla el día 31. Sí logró hacerse para que se publicara en esta primera edición de setiembre y aquí lo sustancial del diálogo mantenido vía telefónica.

Consultado primeramente sobre cuáles son los roles que cumple el Obispo de una diócesis, dijo el novel Obispo que le “corresponde conducir, guiar, llevar adelante la Iglesia en esta circunscripción territorial de San José y Flores, con todas sus obras misioneras, con todas sus obras apostólicas. También dinamizar el trabajo que realizan los sacerdotes y las comunidades; conocerlas, potenciarlas, acercarlas al Evangelio, a Dios”.

Para él en particular, “significa una nueva oportunidad de servir a la Iglesia Católica, de conocer otras realidades de la Iglesia en el interior del Uruguay. Es un lindo desafío y un lindo lugar de crecimiento”, dijo el obispo Fabián Antúnez, de 52 años.

Consultado sobre las diferencias o similitudes que encontraba entre la zona del interior de Argentina -de donde es originario-, y el interior del Uruguay, el obispo Antúnez mencionó que “Argentina es muy grande y la zona de la que hablamos tiene características muy distintivas. La zona del litoral en algún punto es una zona bastante cercana a la idiosincrasia del Uruguay, así que en eso hay muchos lazos comunes y uno siente una identidad bastante similar”.

“Igual Uruguay -continuó diciendo el Obispo-, respecto a la religión es un país muy secularizado, en el que hay una clara separación de la Iglesia y el Estado, donde la religiosidad popular no está tan instalada, donde muchas veces la evangelización queda en ciertos sectores de la población y hay que acercar a todos el Evangelio”.

“Argentina en cambio, es un país donde la religión católica es la religión oficial, donde la Iglesia y el Estado han estado muy unidos siempre, hay una religiosidad popular muy extendida, los diversos puntos marianos, las evocaciones de la virgen y donde la fe permea mucho más el espacio de lo público que acá en Uruguay”, comentó.

LA FE | Respecto a su acercamiento a la Iglesia y la decisión por el sacerdocio, contó el obispo Antúnez, contó que “su proceso de acercamiento a la fe ocurrió en una parroquia del Noreste de Argentina, en mi ciudad, Resistencia, donde comencé a frecuentar grupos de jóvenes, también a realizar voluntariado social, actividades de servicio con niños en situación de calle, con la catequesis también”.

Todo ese trabajo “respondió a mis preguntas, a mis búsquedas, esa etapa de preguntarme cuál es el sentido de nuestra existencia, el para qué de la vida, que son preguntas existenciales que todos nos hacemos en la vida. En esa etapa vital donde uno va resolviendo muchas cosas, fui conociendo por dentro el amor de Dios, la persona de Jesús y eso fue lo que me acercó a la fe y me permitió buscar caminos de crecimiento”, contó el Obispo de la Diócesis de San José y Flores.

Respecto al conocimiento que tiene de la Diócesis, comentó que hasta el día en que se realizó la entrevista con este medio, sólo había estado recorriendo Trinidad el último fin de semana de agosto y que la próxima visita que tenía agendada era en Delta El Tigre. Pensaba estar en Libertad el 19 de setiembre para la fiesta de San Isidro; más allá que la fiesta cambiada de fecha, igualmente estará en la ciudad en esa jornada.

“Son primeras visitas, primeros acercamientos a las comunidades. Después me tocará realizar una agenda más intensa de visitas para conocer más en profundidad cada una de las parroquias”, comentó el Obispo.

De todas formas fue claro que Uruguay no le es ajeno para nada. “Viví entre 1997 y 1998 en una primera etapa, estuve en 2001 trabajando un año en la Universidad Católica en Montevideo, después volví en 2007 y estuve hasta 2010 y desde 2011 hasta ahora he estado acá ininterrumpidamente”, comentó el nuevo Obispo de la diócesis.

PANDEMIA | Consultada sobre el papel que jugó la Iglesia durante lo más agudo de la pandemia y el que debe jugar ahora en etapa de postpandemia, dijo el obispo Antúnez que “la Iglesia tiene que ser dadora de esperanza, me parece que si hay algo que trajo el coronavirus fue la soledad, el aislamiento, la imposibilidad del encuentro. La Iglesia tuvo que repensar las maneras de acercarse con la gente. Muchos hicieron el salto a la virtualidad, celebraciones virtuales, oraciones virtuales. Fue una forma de estar presentes y cerca de la gente”.

En opinión del Obispo,” la Iglesia debe buscar la forma de estar cerca de los que quedaron más solos, más heridos con la pandemia. También hacer de puente en la sociedad”.

Contó luego que “antes de venir en San José, me tocó trabajar con una sociedad civil, organizábamos campañas solidarias para elaborar canastas; dábamos más de 1200 platos de comida semanales. No somos el Estado pero estamos llamados a hacer de puentes con las necesidades materiales y espirituales de la gente”.

“La Iglesia puede ser un articulador muy grande de solidaridad, podemos potenciar la solidaridad de la gente con los que menos tienen. En todo este proceso ha sido muy creativo lo que pudimos hacer y a todos nos interpeló a aprender”, comentó el Obispo.

OTRAS RELIGIOSIDADES | La Iglesia Católica tiene hoy una gran “competencia” en materia de captar fieles en las llamadas iglesias evangélicas. Consultado sobre cuál es su visión sobre el trabajo que realizan, el Obispo dijo que “algo que tenemos para aprender es la fraternidad, la cercanía que tienen; buscan estar cerca, buscan presentarse a las personas en situación de vulnerabilidad. Tienen líderes locales que son muy congregantes en cada uno de los barrios o lugares. Como Iglesia sería bueno que pudiéramos potenciar algo así, detectar y fortalecer a los líderes en los barrios; lugares que convoquen a rezar con la palabra, que vayan a buscar a los niños para la catequesis, que sean capaces de congregar en la Iglesia Católica”.

Mencionó por último que “lo que hay en común con muchas de estas iglesias es Jesucristo. Ese es el punto que nos une y a partir de ahí podemos encontrar el diálogo y el encuentro”.

 

Por Javier Perdomo.

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