Sociedad

Las luchas y su continuidad: a 34 años de la muerte de Chico Mendes

5 Mins read

La preocupación ambiental está siendo cada vez más incorporada a la agenda de los gobiernos, de los medios de comunicación y buena parte de la sociedad. Comienza a verse un marcado compromiso, aunque no suficiente aún. Es un tema que afecta e involucra a toda la humanidad y que requiere de un profundo compromiso desde todos los ámbitos.

Actualmente, muchas personas trabajan en pos de los cambios necesarios en un mundo que requiere sin postergaciones, posturas firmes y responsables en materia de la salud ambiental del planeta y sus habitantes.  Un primer paso quizá pueda ser colocarse en el lugar de los que alguna vez se sintieron participes de su lugar, su territorio, de su forma de vida y supervivencia, de sus costumbres  y de su gente.

Desde esta perspectiva, volvemos a recordar a un hombre que, enfrentando a las injusticias del poder, logró vencer obstáculos. Unido a su comunidad, impulsó hace más de tres décadas en Brasil, la lucha por un desarrollo sostenible y la preservación de la selva, frente a técnicas autodestructivas con el ambiente y su gente. Este luchador incansable fue Chico Mendes, el seringueiro, que trabajó por una Amazonia libre y protegida de los intereses de poderosas empresas trasnacionales.

El 15 de diciembre, se conmemora un nuevo aniversario de su nacimiento, ocurrido en 1944, pero también de su muerte. Recordarlo para no perder de vista su lucha y entrega a la causa de su comunidad y del ecosistema, siempre es necesario. Ya pasaron 34 años de que fue asesinado en su casa de Xapuri, en Acre, un 22 de diciembre de 1988, una semana después de cumplir 44 años.

Rescatar y resaltar la obra de Chico Mendes es atemporal y bien vale recordarlo en tiempos en que el tema ambiental y la lucha de los pueblos originarios por la preservación de sus tierras y sus fuentes de trabajo, está sobre la mesa.

 

SU HISTORIA | Desde niño, Chico Mendes, acompañó a su padre a recolectar caucho y se puede decir que desde ese momento nunca más se separó de sus amados árboles de la seringa. Desde 1969, Chico entró en la lucha por la autonomía de los caucheros de Xapuri.  Organizó acciones en defensa de la posesión de la tierra, denunció la deforestación y participó en la fundación del Sindicato de Trabajadores Rurales de Brasiléia, convirtiéndose en secretario general en 1976. Creó también el Consejo Nacional de los Recolectores de Caucho para defender las condiciones de vida y de trabajo de las comunidades locales.

Su gran maestro, Euclides Fernando Tavora, fue el responsable de brindarle a Chico, la alfabetización, tan necesaria, debido a que en los tiempos de infancia de Chico Mendes, no había escuelas en las plantaciones de caucho. La falta de alfabetización era clave para que los trabajadores del caucho fueran explotados por los terratenientes.

Chico, con los años, comenzó a desarrollar una actitud crítica y de interés por los temas de su comunidad. Decía: “los que amenazan al Amazonas son los grandes terratenientes, la política de especulación territorial y la deforestación masiva cuyo objetivo es la sustitución del hombre por el ganado”.

Entendió que para defender su lugar y la posibilidad de continuar viviendo de su trabajo con el caucho, al igual que toda su comunidad, debían organizarse. Así, en 1975, Chico y sus compañeros fundaron el primer sindicato de Trabajadores Rurales en Acre y dos años después fundaron el sindicato en Xapurí, donde vivía Chico con su familia.

La defensa de esa parte del Amazonas, por parte de este grupo organizado, dio resultados. Lograron que se detuviera la deforestación de 10 mil hectáreas de selva virgen. Lo más importante fue la creación del Conselho Nacional dos Seringueiros (CNS) en 1985, que puso por primera vez la lucha de los trabajadores del caucho en debate.

Esta agrupación de trabajadores rurales, se convirtió en un movimiento de resistencia contra la deforestación masiva. La resistencia consistía en sitiar pacíficamente las plantaciones haciendo barreras humanas frente a los árboles del caucho.

El objetivo era hacer una reserva extractiva, creando zonas  en las que se pudiera hacer uso de la selva de manera racional, sin destruirla. Las reservas extractivas serían un beneficio para la comunidad, teniendo el usufructo pero no la propiedad.

Han pasado ya 34 años de su muerte pero la memoria de Chico Mendes sigue viva. Hoy, estas reservas ocupan más de tres millones de hectáreas de la selva amazónica aunque los activistas y ambientalistas actuales denuncian que la situación está empeorando a partir del Código Forestal, aprobado hace una década, que debilita y deja desprotegido el bosque protegido por Chico Mendes.

DECIRES |El doctor Carlos Porto-Gonçalves, Geógrafo Humanista Brasileiro, autor de libros sobre Geografía Social, que fuera asesor y amigo personal de Méndes, escribió un artículo sobre el cauchero, en marzo de 2009, titulado: “Chico Mendes, un ecosocialista”.

Luego de hablar de sus primeros años, Porto-Goncalves, dice que para Mendes “la educación se convirtió en una verdadera obsesión para Chico Mendes, quien le daba un sentido mucho más político que práctico pues pensaba que al saber leer y escribir el seringueiro podría defenderse de los robos en las cuentas de la tienda de raya del patrón”.

“En marzo de 1976 organiza con varios compañeros el primer Empate en el Seringal Carmen. Un Empate consistía en la reunión de hombres, mujeres y niños en los seringales,  bajo el liderazgo de los sindicatos, para tratar de impedir, con su presencia, la deforestación de la selva, por parte de los ganaderos, generalmente radicados fuera de Acre. Durante los empates se alertaba a los peones, que la tala de la selva significaba la expulsión de las familias de seringueiros que, sin árboles, se quedaban sin trabajo. Los empates tuvieron un papel decisivo en la consolidación de la identidad de los seringueiros y esa acción de resistencia logró llamar la atención de todo el Brasil. Especialmente, después del asesinato de Wilson Pinheiro el 21 de julio de 1980”, narra el amigo de Mendes.

“Chico Mendes apreciaba el modo de vida del seringueiro, quien utilizaba un pequeño solar junto a la casa para establecer algunos cultivos y criar animales de corral, mientras recolectaba frutos y resi¬nas en la selva, entre ellos el látex. Para los seringueiros la fuente de trabajo no es la tierra, sino el monte, la selva. De esta forma, más que por una hectárea de tierra los seringueiro luchaban por la selva”, explica Porto Goncalves.

“En 1984, en un encuentro nacional de trabajadores rurales, Chi¬co Mendes defendió una propuesta, osada para la época, en la que planteaba que la reforma agraria debería respetar los contextos so¬ciales y culturales específicos. Esta idea constituye una verdadera revolución en la concepción de unida¬des de conservación ambiental pues, por primera vez, no separaba al hombre de la naturaleza. Chico Mendes acostumbraba decir que la Reserva Extractivista era la reforma agraria de los seringueiros”, cuenta.

“La Reserva Extractivista consagra todos los principios ideoló¬gicos que Chico Mendes defendía. Cada familia tenía el usufructo de su casa, solar y veredas de recolección de seringa pero, al mismo tiempo, la tierra y la selva eran de uso comunitario: todos en la comunidad podían cazar y recolectar en los espacios entre las veredas de cada familia, una idea comunitaria inspirada en las reservas Indígenas”, explica.

Desde entonces Chico Mendes se empeñó, junto con su amigo Ailton Krenak, en la construcción de la Alianza de los Pueblos de la Selva, uniendo a indios y seringueiros e invirtiendo la historia de masacres que hasta entonces éstos habían protagonizado.

“En toda su vida Chico Mendes jamás dejó de dedicarse a la cons¬trucción de instrumentos para las luchas políticas y sociales (…). Su enorme creencia en la habilidad humana para superar las con¬tradicciones del mundo en que vivimos, organizándonos social y políticamente, eran su ideología como a Chico le gustaba decir: ‘una sociedad que combine el socialismo con la ecología’. El 22 de diciembre de 1988, asesinos ligados a la UDR (Unión Democrática Ruralista), intentaron callar con una bala esa voz cuya fuerza, continúa iluminando los caminos”.

 

Por Yudith Píriz.

Related posts
Sociedad

Coordinadora de Bienestar Animal preocupada por falta de nuevo acuerdo de la Intendencia con el INBA

3 Mins read
Según la integrante de Bicheros Unidos Ana Valverde, la que se desarrolló durante el pasado sábado, pudo haber sido la última de…
Sociedad

La escuela 104 y un festival que busca promover la inscripción de alumnos de Libertad

4 Mins read
A comienzos del año 2023, este medio publicaba una nota con la Directora de la escuela 41 de la zona de Buschental,…
Sociedad

Comisiones y grupos de vecinos ya trabajan en proyectos para el Fondo de Iniciativas Barriales del Municipio

3 Mins read
El hall del salón principal del Club Social El Asador quedó chico para albergar a los representantes de las diversas organizaciones barriales…
Periódico La Semana presenta su 2 x 1
Promoción limitada $ 295/mes

Suscribite a la experiencia digital completa del PERIÓDICO LA SEMANA , acceso sin límites a todos nuestros contenidos. Con tu suscripción DIGITAL te enviamos la Edición Impresa GRATIS !!! Nuestros suscriptores de la Edición Impresa tendrán Acceso GRATUITO E ILIMITADO a todos los artículos digitales !!!