Kiyú es un balneario que deslumbra por sus bellezas naturales, cuenta con el atractivo de sus barrancas, sus playas, los paradores que brindan sus servicios y por la tranquilidad que ofrece a sus visitantes. Al llegar, se puede apreciar en sus calles, diferentes carteles que indican alquiler de casas de veraneo, venta helados y jugos frutales al natural, algo que aprovechan los lugareños durante la temporada para generar un ingreso económico extra.
Los artesanos también están presentes con sus puestos para aprovechar la temporada estival y ofrecer sus distintas manufacturas entre las que se pueden encontrar variedad de caravanas, collares y pulseras, para que los visitantes puedan llevarse un souvenir como recuerdo.
Al llegar a la zona de camping del Parador Chico, se puede ver varias carpas montadas a metros de la playa y varios vehículos. El inconfundible olor a asado sale de las parrillas ubicadas a metros de la arena. Al avanzar hacia la zona de “La Guitarra”, el aroma es a cenizas y una particular postal en las barrancas, deja en evidencia una impactante imagen en la que predomina el color gris, producto de los incendios que ocurrieron durante el primer fin de semana de enero. Aún en este contexto, el camping denota un buen número de familias disfrutando de sus vacaciones, bien cerca de la playa.
La tarde del domingo se presentó con mucho sol pero con mucho viento y una importante actividad de olas en el agua en la zona del Parador Chico y del Parador del Medio.
PRECAUCIONES | En ambos puntos de la playa, el anuncio era de tomar baños con precaución, lo que estaba señalizado con bandera amarilla que se podía ver desde las cabinas de los guardavidas. En la arena, también se apreciaba una señalización con bandera roja, la cual indica, que hay un pozo en el agua, justamente frente al lugar donde fue colocada la bandera.
Uno de los guardavidas que cumplía sus funciones, explicó que en estos casos hay que ser precavidos porque “cuando está llano es peor, porque la gente avanza más hacia adentro y se encuentra con el pozo”, agregando luego que producto de ello, tuvieron que hacer tres rescates.
En días de mucha asistencia de público a la playa, los guardavidas recomiendan que “los padres estén al alcance de un brazo de los niños y que los bañistas estén con el agua por debajo de la zona las axilas”, evitando meterse aguas adentro y que se genere algún inconveniente.
Al continuar la recorrida, la zona de Parador Grande ofrecía más seguridad para quienes les gusta disfrutar del agua, ya que la bandera era de color verde. Allí también se pudo ver una mayor cantidad de familias y grupos de amigos en la playa y el lugar estaba ambientado con música, muchas sombrillas, algún “picadito” y también el handball se hizo presente.
Después de las 18 horas, creció el número de visitantes. Muchos grupos familiares aprovechan para “bajar” a la playa acompañados de sillas playeras, sombrillas y conservadoras y disfrutar de una hermosa postal de atardecer.
PARADORES Y ACTIVIDAD | César Cameto, trabaja en el Parador Chico y al comentar cómo se está presentando la actual temporada estival, dijo que en “estos últimos fines de semana se ha dado mucha afluencia de gente, debido al buen clima que hemos gozado. Los fines de semana estuvimos atendiendo a mucha gente”.
A pesar del suceso de incendio de la semana anterior, el camping continúa con buena concurrencia. “A la gente le gusta, es un lugar que es visitado, los precios son acordes a lo que puede pagar y estás muy cerca de la playa. Eso hace que tengamos una buena afluencia de visitantes”, dijo Cameto, que luego reconoció que a veces se vuelve difícil de manejar: “a veces estamos a punto de ser desbordados”, porque hay gente que llega buscando un lugar en el camping y este se encuentra completo los fines de semana. De lunes a viernes, la realidad del balneario y del parador, cambia totalmente con menos gente en el lugar.
La cantidad de visitantes en los dos últimos fines de semana ha sido buena: “Es un lugar que está a la mano y viene mucha gente de alrededor, de Montevideo, Libertad, San José, Santa Lucía y Canelones, incluso de Colonia, que tiene muy lindas playas, pero a veces para cambiar, te encontrás con personas de Colonia que viene a visitarnos”, contó el comerciante.
Alejandro Undarzón de Tequila Playa Bar, al hablar sobre la actividad en ese punto del balneario, comentó que “si bien los picos altos son los fines de semana, en la semana también se trabaja pero con un público menor”. El lugar atiende a todo tipo de público con familias que caída la tarde llegan para cenar y más hacia la noche se da “el recambio” con los jóvenes que llegan para disfrutar de la playa y los fogones en la arena, que principalmente consumen tragos y cervezas en sus estadías.
Al consultarle sobre el recambio de turistas para la segunda quincena de enero, explicó que el fin de semana anterior (del 6 al 8 de enero), se trabajó muy bien los tres días y agregó que “se ve más en los jóvenes y en este fin de semana” (el pasado), sobre todo en la noche del sábado. La demanda de los jóvenes pasa principalmente por tragos como daikiris, mojitos, caipirinhas y también el consumo de cerveza.
Conversando con distintos visitantes para saber qué les parece Kiyú, La Semana dialogó con un jugador de la selección uruguaya de fútbol de amputados que se encontraba disfrutando de la tarde en el Parador Grande. Leonardo Núñez participó de la selección que disputó el sudamericano en Colombia y del Mundial en Turquía, desempeñándose como lateral izquierdo, y contó cómo disfrutó de este fin de semana en Kiyú: “Es la tercera vez que vengo y es un lugar muy lindo”, dijo.
En esta instancia optó por disfrutar de uno
s mates a la sombra. El agua no fue una opción en esta oportunidad, argumentando que estaba frío para entrar en esta ocasión. Acompañado de su familia, quedó muy a gusto con el lugar al que prometió volver en breve.
Por Nelson Guillermo.
