Las inundaciones registradas en el país durante buena parte de la pasada semana, generaron que cerca de nueve mil ciudadanos debieran ser evacuados o auto-evacuados de sus hogares. En la ciudad de San José de Mayo en particular, el número de personas que debieron abandonar sus casas por el desborde del río San José superó las 200.
Según los datos oficiales, en concreto 226 fueron los evacuados por la creciente del río, mientras que los autoevacuados de los que se tiene registro llegan al medio centenar. No obstante se presume que el número fue mucho mayor debido ya que fueron más de 500 las viviendas que resultaron desconectadas del servicio eléctrico por parte de UTE.
En esta oportunidad, el río San José volvió a llegar a barrios donde sólo lo había hecho en la inundación del año 2016. La de ese año fue la crecida más importante ocurrida en la capital departamental, por lo menos en este siglo. En aquella oportunidad, el nivel del río alcanzó los 11,40 metros por encima de su cauce normal.
La falta de avances en una solución de fondo para el problema, genera profundo malestar entre los pobladores de las zonas inundables de la capital departamental. La posibilidad de un realojo es la solución para la mayoría de los vecinos que residen en esos lugares, sin embargo hay personas que se niegan a mudarse a otra parte de la ciudad.
HECHOS | Las familias cuyas viviendas fueron alcanzadas por las aguas comenzaron a ser evacuadas en horas de la tarde del pasado domingo 16 de junio. De acuerdo a lo informado en la oportunidad por el Centro Coordinador de Emergencia Departamental (CECOED), dos familias fueron las primeras en ser evacuadas antes de las 17 horas de ese primer día. Entre esas dos familias, había un total de 11 personas.
En principio, los evacuados fueron alojados en el gimnasio Argos de la ciudad capital, sin embargo se debió habilitar dos lugares más a medida que la cantidad de damnificados por la crecida, aumentaba.
La lluvia continuaba y el lunes 17 el río San José proseguía creciendo, afectando ya a unas 200 personas. Las mismas fueron refugiadas en los gimnasios Argos, el del colegio Sagrada Familia (SAFA), y el de la sede del club Universal.
De acuerdo a datos aportados por el CECOED, ese día el nivel del río llegó a estar en los 10 metros, en al menos dos momentos de la jornada.
PLAN RETORNO | Ya en la jornada del miércoles 19 en la mañana, gracias al rápido descenso del nivel del afluente, el CECOED resolvió poner en marcha el “Plan retorno” para las familias afectadas por esta nueva inundación.
Ese mismo día, todas las familias damnificadas recibieron artículos de limpieza con los que procedieron a acondicionar sus viviendas. A los evacuados también se les entregaron kits otorgados por el CECOED -ex comité de emergencia- y hasta el jueves 20 estuvieron recibiendo comidas del INDA (Instituto Nacional de Alimentación), que se elaboraron en el Comedor Municipal.
El “Plan retorno” comenzó a desarrollarse a partir del jueves por la mañana en el gimnasio del club Universal y prosiguió en horas de la tarde en el SAFA y el gimnasio Argos.
Si bien se preveía que el mismo jueves todos los damnificados retornarían a sus hogares, unas 10 familias que se encontraban refugiadas en el Gimnasio Argos pasaron allí la noche debido a la humedad existente en sus viviendas, lo que representaba un riesgo sanitario para quienes las habitan regularmente, según determinaron las autoridades de la salud.
Desde horas de la mañana viernes 21, personal del Ejército del Batallón de Infantería Mecanizado N°6 y funcionarios de la Intendencia josefina, se hicieron presentes en ese gimnasio para terminar con el trabajo de traslado. A las 11 de la mañana eran solo tres las familias que faltaban regresar a sus hogares. Finalmente las tareas finalizaron sobre las 16 horas de ese viernes.
RECLAMO CONSTANTE | A poco más de tres años de su peor inundación, San José de Mayo sigue a la espera de una solución que garantice que lo sucedido en abril de 2016 -y en este 2019- no vuelva a repetirse.
Desde aquel ya lejano año 2016 en adelante, se han manejado varias propuestas con el objetivo de paliar las consecuencias que podrían volver a provocar las inundaciones en la capital departamental, no obstante ninguna se ha puesto en marcha hasta el presente.
En marzo del año pasado, el ministro de Transporte y Obras Públicas Víctor Rossi, se comprometió a la posibilidad de llevar a cabo una limpieza del río para paliar la situación. Rossi se comprometió a ello, en el marco de una recorrida que hizo por las zonas inundables junto a los vecinos afectados y el edil nacionalista Héctor Silvera, quien fue el nexo para que el jerarca estuviera en el lugar.
Según dijo en la oportunidad el Secretario de Estado, la idea planteada consiste en hacer una intervención sobre los montículos de arena y la vegetación, que podrían estar obstruyendo la circulación normal del agua. La obra podría ayudar a mejorar el recorrido de las corrientes y que así no haya desbordes ante lluvias intensas.
El compromiso del Ministro fue recordado por el edil nacionalista Mario Chávez, en la sesión realizada el pasado lunes 17 en la Junta Departamental. Chávez reclamó, al hacer uso de la palabra ante sus pares, que se realice la limpieza del afluente, tarea que aún no se ha concretado.
Por Katherine Martínez.
