Con el único fin de alivianar estos días de aislamiento social voluntario y reunir a los integrantes de la casa en un objetivo común, acudimos a Sunilda Berisciartúa, reconocida referente social que además tiene entre otras actividades la repostería como virtud. En tiempos de quedarse, ella instruye a quienes lo deseen sobre la elaboración de huevos de pascua “caseros” y artesanales.
Todo tiene un principio y comencemos por los orígenes del afamado huevo de pascuas: “el huevo ha simbolizado desde hace miles de años la vuelta a la vida. En la mitología antigua estaba representado con el ave Fénix, por ejemplo. Con la llegada del cristianismo, se adoptó la tradición del huevo para rememorar la Resurrección de Cristo en Pascua. De aquí el nombre que ahora se le otorga: huevo de Pascua. Durante la Edad Media se daban huevos en Pascua a los seres queridos. La Iglesia prohibió comerlos entre los siglos XI y XVIII porque se consideraban carne. Por ello, la gente empezó a conservarlos cocidos, decorándolos y protegiéndolos con una capa de cera. Poco a poco, el concepto fue evolucionando, pero manteniendo la misma idea de regalo para el Domingo de Pascua”.
INGREDIENTES | La primera pregunta realizada a Sunilda es sobre los ingredientes y la elaboración. Su respuesta fue la siguiente: “Chocolate amargo, chocolate con leche y chocolate blanco. Las cantidades son a elección cada uno. Los tres se colocan en distintos bols o recipientes para fundirlos, los cuales llevaremos al microondas en tandas de 30 segundos, retiramos removemos, así sucesivamente”.
“En caso de no contar con microondas lo podemos hacer a baño María. El recipiente de abajo tiene que ser más chico, le colocamos agua hirviendo y encima el bols con el chocolate, así evitaremos que el vapor toque nuestro chocolate, removeremos hasta lograr que nuestro chocolate fluya líquido para poder utilizar en nuestros moldes, o esparcir sobre un acetato, dejar orear y recortar figuras deseadas”.
Sunilda informó que en Ciudad del Plata ella compra los moldes en un comercio ubicado sobre la Avenida Rio de la Plata, “donde hay todo tipo de moldes con los que se logran las figuras de las variadas imágenes, que nos llevan desde los tradicionales huevos de todos los tamaños, hasta conejos y gallinas entre otros”.
Otro de los detalles para decorar el huevo una vez finalizado es el “glasé real” y ya dentro de la cocina “virtual” Sunilda compartió la receta: “Ingredientes: una clara de huevo, 250 gramos de azúcar impalpable y dos gotitas de limón”.
ELABORACIÓN | En cuanto a la elaboración dijo: “colocamos la clara en un bols, de a poco vamos agregando el azúcar batiendo con batidor manual o cuchara de madera así hasta formar un glasé consistente. Por último agregamos las gotitas de jugo de limón, él nos dará blancura y secará más rápido nuestro glasé. Lo utilizaremos para pegar los huevitos y hacerles los dibujos que deseemos, se puede colorear y haremos florcitas”.
También dijo Sunilda que se pueden decorar con golosinas y a la blancura del glasé real se le puede dar color con colorantes antes de introducir en la manga de decorado. Si no tiene manga una simple bolsa de leche bien lavada y con un corte en una de sus puntas puede ser la solución y a decorar ese huevo de pascuas”.
Para la terminación una buena presentación o soporte y ahí los pequeños y no tanto de la casa con sus manualidades son los creadores. Reciclando conos de cartón y decorándolos de la forma que lo sienta, se pueden hacer orejitas de conejo en cartulina y pegarlas, entre otras cosas. Siempre tomando las precauciones y medidas sanitarias del caso.
El ingenio, la creatividad en estos momentos, pueden llevar a disfrutar el mejor huevo del mundo, el realizado por ustedes. Esperamos que este aporte sea útil. Al menos nos saca de la vorágine de noticias y nos pone en situación de creatividad.
Por Carlos García.