Desde tiempos inmemoriales, muchas culturas han adorado al laurel. Ha sido una especie reverenciada desde siempre, debido a sus destacados usos y propiedades. Arbusto que crece en climas subtropicales y cuyas hojas contienen grandes cantidades de aceite esencial de gran fragancia. El laurel es muy conocido gracias a su utilización culinaria, sobre todo en la cocina mediterránea y es el árbol-símbolo nacional de Italia desde los tiempos de la antigua Roma.
En la Grecia clásica es un árbol consagrado a Apolo, ya que la palabra laurel en griego significa “Dafne” nombre de una de las ninfas de las que se enamoró este dios. Este árbol ha estado vinculado desde la antigüedad al triunfo, es símbolo de victoria y honor, y se entregaba como galardón, en forma de coronas en competiciones deportivas y victorias guerreras. Hasta en la actualidad, se le da el nombre de “laureados”, a los que han ganado en diferentes disciplinas como deportes o arte.
USOS | Las especias o condimentos, desde siempre han estado ligados fuertemente a la historia y a la evolución de la humanidad. Y en el caso del laurel, este es quizás uno de los condimentos más antiguos utilizados en las diferentes cocinas del mundo.
Laurus nobilis L. perteneciente a la familia Lauraceae, es una especie perenne, con hojas de color verde oscuro y diminutas flores muy aromáticas La gran cantidad de comidas que se preparan con él para aprovechar su característico y delicioso sabor, la convierten en una de las hierbas más populares en la cocina de varias partes del mundo, destacándose en la cocina mediterránea y americana.
El sabor y el aroma del laurel son básicamente balsámicos con un toque de fresco, dulce y picante. Se usan en adobos con vinagre, sobre todo para pescados azules, marinadas, verduras en vinagre, ramitos de hierbas para caldos, guisos.
Los aceites esenciales son responsables de la capacidad de las especias, entre ellas el laurel, para condimentar, saborizar y aromatizar alimentos y bebidas. Además de ser un rico condimento se lo utilizan sus hojas para fabricar medicamentos, justamente debido a su riqueza en aceites esenciales y a que posee compuestos antisépticos, propiedad que acentuó su utilización en la fabricación de alimentos, principalmente en la industria cárnica realzando el sabor de embutidos, chacinados y conservas.
Sus cualidades como estimulante estomacal, además, llevaron a su empleo en la elaboración de bebidas aperitivas y amargas.
MEDICINAL | Estas hojas, destacan por su poder frente a determinados malestares, por lo que se considera una hierba medicinal más que interesante. Como infusión, estas hojas son muy apreciadas por sus cualidades para calmar dolores en las articulaciones debido a problemas de artritis, reuma y dolores musculares en general.
La digestión es por excelencia, el campo en el que mejor actúa el laurel. Posee la virtud de ser un excelente tónico digestivo y aperitivo, muy útil para estimular el apetito y para mejorar la digestión. Como aperitivo, se toma una taza de infusión de laurel antes de comer, lo que permite abrir el apetito a las personas inapetentes y como digestivo, después de las comidas. Tiene la propiedad también de ser carminativo, esto significa que elimina la acumulación de gases en el aparato digestivo, es antiespasmódico gástrico e intestinal y astringente en caso de diarrea.
Es un diurético suave, por lo cual es recomendada en personas que tienen cólicos en el riñón o bien que retienen muchos líquidos.
Del fruto del laurel se extrae un aceite que es muy bueno para aplicaciones externas para solucionar abscesos, contusiones, afecciones de la piel producida por hongos. Además de ser muy efectivo en los casos mencionados, el laurel también es un antirreumático y antiinflamatorio excelente.
Otras de las propiedades medicinales del laurel es la de ser antiséptico, expectorante, antibacteriano y analgésico, por lo que resulta muy útil para dispepsias atónicas y fatiga, así como para infecciones bucales o en la faringe. También se han empleado en alteraciones respiratorias, como calmante de la tos y asma.
Todas sus excelentes propiedades se deben a los compuestos que posee. Las hojas frescas de laurel son una fuente de vitamina C, lo que ayuda a mantener altas las defensas del organismo, contiene un importante porcentaje de vitamina A, antioxidante muy importante para la visión, así como para mantener saludables las membranas mucosas y la piel.
Tanto las hojas como otras partes de la planta son ricas en ácido fólico y sus hojas contienen vitaminas del complejo vitamínico B (niacina, pyridoxina, ácido pantoténico y rivoflavina), que favorece las funciones del sistema nervioso y la regulación del metabolismo. Esta maravillosa especia es también fuente de minerales como cobre, potasio, calcio, manganeso, hierro, selenio, zinc y magnesio.
Un importante detalle, en cuanto a la calidad de las hojas de laurel, la riqueza en aceite esencial es mayor en las hojas orientadas hacia el sur que hacia el norte, debido al mayor grado de insolación.
También se han encontrado diferencias, especialmente cuantitativas, en la composición química de las hojas dependiendo de si su origen es silvestre o si proceden de cultivos. Se han encontrado además en estas hojas, trazas de alcaloides similares a los localizados en la hoja de boldo. Como si fueran pocas las virtudes de esta planta, se ha podido demostrar que su aceite posee una importante actividad insecticida.
Debido a esta multiplicidad de factores, el humilde árbol de laurel, es más que interesante, lo que sugiere replantearse su utilización de forma más asidua en los platos o como tizanas.
Imagen ilustrativa, tomada de la web.
Por Yudith Píriz.
