El pasado jueves en la mañana el Centro de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF), “El Ceibo”, presentó las mejoras realizadas en el patio de la institución gracias al apoyo de los trabajadores de los jornales solidarios, a la vez que conmemoraron el Día de los Derechos del Niño, Niña y del Adolescente junto a un grupo de alumnos de la Escuela de Educación Artística (EDEA), que concurrieron al centro.
La agradable mañana del jueves fue ideal para que los niños de dos años que asisten al CAIF, recibieran al alcalde Matías Santos, a las tres funcionarias del programa “jornales solidarios”, que pintaron y pusieron en condiciones el lugar (junto a un carpintero que no pudo hacerse presente, pero cuya labor fue destacada por las responsables del CAIF), a algunas madres y a los niños de la escuela 120 o Escuela de Educación Artística, que asistieron para realizar sendas representaciones en el renovado patio.
Previo al comienzo de la actividad en sí, la trabajadora social Mariana Moreira, parte del equipo del CAIF, hizo referencia a la importancia que tiene para el centro El Ceibo recordar una fecha como el día en que se firmó la declaración internacional de los derechos del niño, niña y adolescente, que se conmemora cada 20 de noviembre y que motiva el día internacional que recordaban en la movida del jueves.
Moreira explicó que buscar que se respeten los derechos de los niños es “algo que llevamos a cabo con los niños dentro de la institución y también lo hacemos con las familias. Es un trabajo que llevamos adelante a lo largo de todo el año, procurando que no se vulneren los derechos de las niñas y niños”.
Recordó Mariana Moreira que en el CAIF se trabaja con ellos desde que son chiquititos, de 0 a 24 meses, en lo que se llama “Experiencias Oportunas”, y luego en Sala de 2 años, en la cual los niños concurren a diario al centro.
“El equipo técnico trabaja muy cerca con los niños y las familias y estamos todo el tiempo buscando que no haya derechos vulnerados”, dijo Mariana Moreira.
ACERCAMIENTO | La bienvenida la dio la encargada del centro, Stefany Rocha, quien agradeció la labor desempeñada por las tres funcionarias que trabajaron en el lugar y por supuesto al Alcalde y al Municipio por los materiales que aportaron para las mejoras realizadas.
Luego fue tiempo de los espectáculos artísticos de los niños de la Escuela de Arte. El primero de los grupos realizó dos bailes tradicionales (luego de solucionados algunos problemas iniciales de audio), en tanto que un segundo grupo interpretó una canción y realizó una coreografía. Todos los espectáculos fueron seguidos con atención por los más chiquitos y también por los invitados que estuvieron presentes.
Mariana Morales, consultada sobre cómo se dio el acercamiento con la EDEA, dijo que hace poco que comenzó. Contó que los chicos del CAIF visitaron la escuela y ahora eran ellos los que visitaban el CAIF. “A nosotros nos parece primordial que haya escuela de arte, porque uno de los derechos a proteger es el arte, la cultura, la recreación”, dijo y luego agregó que con los niños chiquitos que asisten al CAIF “se trabaja mucho desde la plástica, desde la recreación, porque el arte atraviesa siempre la vida de los niños”.
La trabajadora social de “El Ceibo” recordó que continúan abiertas las inscripciones para el programa “Experiencias Oportunas” y para Sala de 2 años para los cursos 2022, pero además mencionó que el objetivo es ampliarse ya que aspiran a tener una Sala de 3 años, en el nuevo año.
Stefany Rocha, comentó luego que se planteó la iniciativa de generar la Sala de 3, ya que han percibido que al mudarse hacia barrio “El Bosque” el Jardín 113, ha surgido demanda de atención de estos chicos en una zona más céntrica. “Es un muy lindo lugar, pero para alguna gente está muy lejos”, comentó Stefany Rocha sobre el jardín y es por ello pretenden contemplar esa demanda el año entrante.
Hay que recordar que CAIF El Ceibo fue fundado en el año 2014 por la Comisión de Barrio Progreso y que en 2015 pasó a ser administrado por la organización “Pilares” de la localidad de Ituzaingó, que hoy sigue a su frente.
Por Javier Perdomo.
