Los desbordes del Arroyo Mauricio en su desembocadura en el Rio de la Plata siguen generando dificultades a los pescadores que desde hace años utilizan ese lugar de Kiyú para entrar y salir al agua con sus barcas. Hace mucho tiempo el problema es una constante, la naturaleza parece contradecir todo lo que se ha hecho para reparar la situación y castigar lo que no se ha hecho o se ha hecho mal.
A fines de la semana pasada la desembocadura estaba donde siempre ha buscado naturalmente estar, unos 100 metros al oeste de lo que sería su trayectoria perpendicular a la playa, con un gran banco de arena de unos 40 o 50 metros de ancho entre su cauce porfiado y la costa del río.
Los trabajos que se habían realizado tiempo atrás, con un importante movimiento de tierra y canalización que buscaría una salida perpendicular y profunda, para la que inclusive se habían depositado en la zona unas 300 columnas de eucaliptus con las que se pretendería contener las tierras y arenas laterales nunca se finalizaron. Aquella gran excavadora de banda que trabajó allí, nunca regresó después que la llevaron supuestamente para una reparación, los troncos que se habían instalado para contener el médano, yacen esparcidos, algunos sobre la playa y lo que en algún momento se pensó como un pequeño amarradero para las barcas de los pescadores, hoy es apenas un hilo de agua sin calado suficiente para la navegación hacia y desde el río.
El referente obligado de esa zona es Alvaro “Popo” García, quien dijo que “está muy complicado para sacar las barcas” y agregó que la situación ya venía mal antes de estos últimos desbordes del arroyo. “Venía muy mal la mano y hay algo que yo les digo y no se me escucha, y es que hasta que no cierren el zanjón este que tenemos al lado, van a seguir gastando plata sin resultados, porque cuando estuvo tapado había quedado muy bien, pero no se le puso suficiente material y el agua tanto pasó por arriba que lo volvió a abrir”, dijo.
García agregó que “hay muchos técnicos que sabrán mucho y opinan con su fundamento, pero ninguno lleva 20 años viviendo al lado del arroyo. En estos dos días, vinieron dos jerarcas de la Intendencia y hoy tenemos la máquina colocando unos caños en la bajada para que podamos llegar con las barcas, pero yo insisto que hasta que no se cierre ese zanjón vamos a seguir teniendo problemas”.
García añadió que “el otro día, que llovió muchísimo, atrás de casa se había formado una catarata, yo tuve que sacar los caballos que ya estaban con el agua en la panza, por suerte a casa no llega, pero en los campos si”.
En cuanto a las dificultades para los pescadores, el reconocido habitante dijo que “hoy (sábado) bajamos por la boca, pero a la salida tuvimos que descargar en la playa porque no da el calado para entrar cargados, yo veo que se gasta mucho en remendar y no se soluciona el problema de fondo”.
García se refirió también a las 300 columnas que se habían traído para utilizar de contención. Recordó que “se habló que los pescadores éramos responsables de que no quedaran casi, pero hay que decir que se han llevado para trabajos de la Comisión en el Deck, en las empalizadas de las criollas, en la fiesta del Parque y para diferentes destinos”.
PESCA| A dos meses de iniciada la temporada consultamos a García sobre cómo se presenta la zafra de pesca, al respecto dijo que “yo con la pesca arranqué esta semana, porque recién está apareciendo el sábalo, porque en diciembre hubo muy poco, pero eso son cuestiones que dependen de la naturaleza, son zafras, tuvimos un invierno que llegó tarde, y también la primavera se retrasó, los vientos de la primavera llegaron a fines de noviembre y parte de diciembre, yo creo que el verano real estará comenzando con esta nueva luna, recién están llegando las altas temperaturas”.
En cuanto a otras especies comerciales como la corvina, García dijo que “hubo muy poca y salteado, porque cuando era la época en diciembre y parte de enero hubo vientos muy fuertes que no nos dejaron entrar al agua, además ha llovido mucho en el norte y está llegando mucha agua sucia y entonces la corvina no entra a desovar”.
En ese sentido “Popo” dijo que “las aguas que vienen de las inundaciones nos afectan mucho en la pesca, porque el sábalo está sobre los campos y no en el cauce del río, el mochuelo igual, a mí me han llegado imágenes desde el litoral que están sacando sábalo, boga y mochuelo dentro de los campos”.
TEMPORADA| Sobre la temporada turística en general, García dijo que “hay menos gente que el año pasado, la gente viene un rato, toma mate y se va al anochecer. Nosotros el año pasado acá en La Boca llegamos a contar 96 vehículos estacionados en un día, y este año no se si el mejor día hubo 20 o 30, a las dificultades económicas que puedan existir se agrega que el clima no ha ayudado en nada”.
Sobre la situación general, el entrevistado dijo que “nosotros más o menos nos revolvemos porque no pagamos alquiler y tenemos la pesca que es una ayuda importante, pero no hay consumo de temporada, y lo que se consume es con tarjetas y los que no aceptamos tarjeta estamos fuera y nos vemos muy afectados, pero lo que pasa es que el chico no puede asumir el 7,8% de costo que implica la tarjeta, porque los supermercados se lo cargan al precio, porque tienen otro poder de compra, pero nosotros no podemos, creo que habría que buscar la forma de que el comercio chico se integre, pero así no podemos”.
En cuanto a alquileres, García dijo que “yo he tenido casas para alquilar pero ahora no tengo, porque son un problema, porque llega mucha gente buena pero llega mucha gente dañina también, entre cosas que se rompen y otras que desaparecen, casi todos los propietarios ahora están alquilando ellos mismos y a gente conocida”.
Agregó que entiende que “los precios están un poco elevados, pedir dos mil pesos por día una casa en un lugar que no tiene una estación de servicio, no tiene un cyber, no hay farmacia, no hay cajero automático, hubo una familia que en los días lluviosos se fue, le quedaban dos días de reserva paga y se fueron, con niños, ya no sabía qué hacer con ellos porque ni siquiera tenían internet en la casa donde estaban, mucha gente quiere cobrar bien el alquiler pero no invertir en ofrecer servicios”.
Por Jorge Gambetta.