Buena parte de los distribuidores de soda El Aljibe de Libertad, se declaró en conflicto y no está distribuyendo el producto, tras serle cortado el suministro a 18 de ellos, por no querer firmar un nuevo contrato, que consideran abusivo.
Según uno de los distribuidores consultados por La Semana, que prefirió mantenerse en el anonimato, el pasado 18 “se vencieron los contratos de 18 compañeros y ahora hay un contrato nuevo para firmar que tiene cláusulas abusivas y no queremos firmar”.
“Antes del vencimiento, contratamos un abogado, que estaba negociando nuevas condiciones para el contrato. La negociación se extendió más de la cuenta por la cerrada posición de la empresa, por eso previo al vencimiento del plazo, nuestros abogados pidieron una prórroga del contrato vigente para que los distribuidores pudieran seguir trabajando mientras se continuaba negociando, lo que fue denegado por la empresa, por lo cual El Aljibe dejó de darle mercadería a esos 18 compañeros”, explicó la fuente que habló con La Semana.
Ante esta actitud de la empresa, casi la totalidad de los distribuidores (cerca de 34), en solidaridad con los compañeros que no se les entregó más agua, dejaron de distribuir declarándose en conflicto.
Según la fuente que habló con La Semana, en el contrato que la empresa pretende que firmen, hay cláusulas abusivas y multas que son insostenibles. Como ejemplo, dijo que una de las cláusulas “establece que tenés que crecer un 20% cada seis meses, algo que consideramos imposible de hacer. Capaz que un semestre lo lográs, pero después no”.
La fuente con la que habló La Semana, es uno de los distribuidores que ya había firmado el nuevo contrato, casi sin leerlo, por lo que pretenden que se anulen esos contratos y firmar el mismo que logren los compañeros a los que no se les está entregando agua.
Los distribuidores y sus camiones estuvieron estacionados toda la tarde en la avenida y después de las 15 y 30, iniciaron una caravana por todo Libertad. Se espera que en las próximas horas haya avances en las negociaciones.
Por Javier Perdomo.
