Un novedoso e interesante proyecto viene siendo distribuido entre autoridades y referentes de los distintos partidos políticos por parte de la Comisión de Fomento de Kiyú. El material fue elaborado por Amílcar Barbat, integrante de la comisión y tiene una doble finalidad: solucionar por un lado el serio problema de aquellas calles del balneario que más sufren el impacto de las grandes lluvias y por otro darle una oportunidad laboral y de capacitación a la población penitenciaria de la Unidad 3 del INR (ex Penal de Libertad).
El documento al que tuvo acceso La Semana establece que el objetivo del proyecto es “realizar la renovación y mantenimiento vial del balneario Kiyú con adoquines de hormigón, como parte de un proyecto experimental que permita evaluar la posibilidad de extender la experiencia al resto del departamento”.
La Semana consultó a Luis “Vasco” Echeverría, presidente de la Comisión de Fomento quien explicó que aún falta analizar “los costos, pero hay que ver también que la gente privada de libertad puede tener la posibilidad de recibir un salario por su trabajo, hay un fin social también en el proyecto”.
Echeverría agregó que también “hemos hablado con la empresa del Parque Eólico Kiyú para que si sale este proyecto, el año que viene puedan hacer una capacitación tanto para la población reclusa como para residentes de Kiyú que estén interesados”.
El proyecto considera las características del hormigón que “no conlleva emisiones de gases de efecto invernadero en su producción, como el asfalto”. Echeverría dijo que piensan que “si se puede conseguir el portland a buen precio, tenemos arena y si se pueden hacer en el Penal creo que podríamos ajustar los números, no se necesita maquinaria ya que teniendo los moldes sólo hay que llenar y dejar que sequen” y explicó que “si fuera necesaria una máquina, en Argentina puede conseguirse a buen precio, entre cuatro y seis mil dólares”.
A modo de plan piloto la Comisión considera que este proyecto podría experimentarse en algunas calles muy específicas del balneario, como es la bajada al Parador Chico, o la Bajada del Medio o la del Parador Grande, donde tras cada lluvia intensa se produce un notorio deterioro, perdiéndose material que irremediablemente termina en la playa.
Al respecto Echeverría dijo que quizás “si se hacen estudios el bitumen podría ser más barato, pero este sistema tiene varias ventajas, es ecológico y si mañana hay que pasar un caño de agua o de luz, se levantan los adoquines sin romperlos y se vuelven a colocar, lo pensamos como un plan piloto” y explicó que “creemos que si se utiliza tanto en Brasil y en Chile tiene que tener aplicación acá también”.
El elemento a tener en cuenta es el gran volumen de agua que corre por esas calles en particular y en el resto en general cuando ocurren grandes precipitaciones. Echeverría dijo que “estamos viendo posibles soluciones a la canalización de las pluviales en las bajadas con mayor pendiente, porque todas van a dar a la barranca y pensamos también en su protección para que el agua llegue a ella con menor fuerza y no como en una cascada”.
El titular de la Comisión agregó que “lo que queremos es que esto quede encajonado con un cordón cuneta, pero tenemos que manejar el curso de las pluviales para que no se lleve todo en la primera lluvia fuerte”.
Asimismo dijo que han solicitado informes y evaluaciones del proyecto ante determinados técnicos, como “Inti Carro de la DINAMA (Dirección Nacional de Medio Ambiente), para estudiar esa problemática y buscarle soluciones y nos dé su opinión; él hace muchos años que viene trabajando junto a la Comisión en la protección de médanos y barrancas”.
Por otra parte también se realizó un primer contacto con el comisionado Penitenciario Juan Miguel Petit que “nos pidió que le mandemos el proyecto para evaluarlo y que podamos tener su informe, si es favorable, para conseguir apoyos”, dijo Echeverría.
Procurando la mayor difusión y lograr los mayores apoyos al proyecto “también lo enviaremos a través del senador Camy a la Comisión correspondiente del Senado que trata los temas penitenciarios para que lo estudien, queremos que esto tenga un carácter social, más allá de solucionar un problema real de Kiyú. Se trata de darle a las personas privadas de libertad una herramienta para cuando sean liberadas, que puedan salir con algún respaldo y una preparación para el trabajo”, dijo Echeverría y agregó que “también es necesario hablar con el LATU para que le dé el aval técnico y fije normas para la construcción de los adoquines”.
FORTALEZAS | El proyecto plantea sus fortalezas y debilidades. En cuanto a las primeras establece, como ya dijimos que los materiales son amigables con el medio ambiente, además se agrega que “con una fabricación de adoquines de calidad, la que puede ser testeada por el LATU, pueden durar muchos años con un mantenimiento adecuado”.
En cuanto a los costos tanto de implantación como de mantenimiento se destaca que “la disponibilidad de arenales (considerar el dragado de ríos inundables), y de cemento portland constituye una ventaja comparativa ante el asfalto. En la pavimentación con adoquines no intervienen agentes químicos ni térmicos, que requieran fraguado, lo que permite el tránsito de personas y vehículos de inmediato”.
Asimismo se entiende que “el mantenimiento es simple y económico. Al ser bloques y estar ordenados, cualquier fallo de material es fácilmente localizable y se puede retirar y sustituir por otro nuevo. Lo mismo para tendido de cañerías de OSE o de líneas de UTE y ANTEL, se pueden retirar los adoquines y volver a utilizar si están en buen estado”.
DEBILIDADES | En cuanto a sus debilidades el proyecto establece que “requiere financiación nacional y departamental en momento de crisis” y que además se necesita “el convencimiento de las autoridades que esto no es un gasto, es una inversión con beneficios sociales multisectoriales”.
Aun considerando que podrían definirse otras debilidades, que en todo caso surgirán de los estudios que realicen los organismos competentes, el proyecto plantea por primera vez una solución a un serio problema que siempre es motivo de enormes gastos para las arcas municipales y departamentales. En un terreno tan irregular como el que presenta Kiyú, la canalización adecuada para el desagüe de las pluviales es el punto crítico de cualquier solución que se plantee; esa es una carencia en diversos puntos del balneario. Las grandes precipitaciones circulan por las vías de tránsito porque no tienen otro lugar y el resultado es el que se ve a simple vista en cualquier época del año.
Por Jorge Gambetta.
