Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión con la finalidad de promover la concienciación y los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial, condición que constituye el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares.
La Semana concurrió a la charla taller brindada, por la médica de familia Viviana Abella y la nutricionista Raquel Rodríguez. El lugar la Policlínica ASSE “Juana Martínez”, ubicada en el kilómetro 32 de la Ruta Vieja. Unas 15 personas participaron de la actividad, durante la cual la doctora Viviana Abella dio a conocer un diagnóstico de situación primario, brindando entre números y adjetivos la silenciosa acción de esta enfermedad “no transmisible”, pero sí hereditaria.
“La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo para padecer y morir como consecuencia de un evento cardiovascular de forma prematura y es la segunda causa de discapacidad en el mundo. También es la principal causante de la enfermedad isquémica cardiaca y del accidente cerebrovascular. Otras complicaciones no menos importantes derivadas del mal control de la presión arterial son la cardiopatía dilatada, la insuficiencia cardíaca y las arritmias”.
“El número de personas con hipertensión está aumentando en los últimos años y muchos desconocen su condición. Si bien la hipertensión arterial no es curable, se puede prevenir y tratar para mantener las cifras de presión arterial por debajo de 140/90 mmHg. El adecuado control es una medida costo-efectiva para evitar muertes prematuras. Históricamente se ha pensado que es una enfermedad de adultos, pero los estudios médicos y cifras de los últimos tiempos marcan que a esta silenciosa enfermedad se le suman los niños de muy corta edad, lo que universaliza de forma más preocupante y obliga a tomar las medidas sanitarias, efectivizando los controles de manera imperiosa en cada persona”, dijo la doctora.
LOS RIESGOS | Los factores de riesgo son el consumo de tabaco, el consumo nocivo de alcohol, la inactividad física, el sedentarismo y la alimentación no saludable. Los factores de riesgos biológicos o metabólicos son el sobrepeso o la obesidad, la presión arterial elevada, glucemia y colesterolemia elevados.
Por su parte la nutricionista Raquel Rodríguez, comenzó consultando sobre si los presentes estaban al tanto de una encuesta realizada tiempo atrás; un estudio realizado por la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular en conjunto con UCM determinó, que la hipertensión arterial en niños escolares relacionado con el sobrepeso y la obesidad es un problema grave en Uruguay. La investigación llamada «Hipertensión arterial y su vínculo con sobrepeso y obesidad en niños de 10 a 13 años en las escuelas públicas de Montevideo», fue galardonada con el Gran Premio Nacional de Medicina 2016.
Es el primer estudio uruguayo en observar la vinculación de la hipertensión arterial de los niños con el sobrepeso y la obesidad. Lo que fue el punto de partida para difundir las políticas públicas en cuanto a la importancia de la alimentación saludable y la actividad física como alternativa preventiva; si bien aclaró varias veces que la hipertensión arterial es una enfermedad crónica e irreversible, explicó que con estas medidas se puede controlar y frenar, logrando una mejor calidad de vida.
LA SAL | “El gusto por el sabor salado es una apetencia aprendida y es posible revertirla, el paladar puede tener un reaprendizaje al incorporar nuevos sabores”, dijo la especialista.
Planteó saborizar con hierbas para “realzar el sabor de las comidas combinando hierbas y otros alimentos (como albahaca, perejil, tomillo, cebollín, pimentón, romero, jugo de limón, ajo), con verduras, salsas, carnes, cazuelas, ensaladas y pescado. De este modo se reduce o sustituye la sal sin quitarle sabor a los alimentos”.
A su vez alentó a incorporar frutas y verduras: “consumir al menos cinco porciones de futas y verduras a diario”. También planteó evitar comidas con alto nivel de sodio. “Además de en el salero, la sal está también en quesos, fiambres, patés y embutidos, sopas en cubos e instantáneas, salsas prontas (mayonesa, ketchup, soja y otras), productos de copetín y snacks, pan, galletas, bizcochos, comida comprada y congelada”.
Realizar actividad física: “Para el control de la hipertensión se recomiendan actividades predominantemente aeróbicas, esto se logra mediante ejercicios de resistencia aeróbica (caminar, trotar, andar en bici, nadar, remar, bailar, entre otros).
El mensaje final brindado y que culminó de una forma lúdica con un “Verdadero o Falso”, fue que “prevenir, es curarnos en salud”.
Por Carlos García.
