La retirada del país de la empresa Lifan produce constantes idas y vueltas. Si bien, tal como se había comprometido la empresa, al 10 de noviembre se distribuyeron los 100 mil dólares que tenían en caja entre los 65 funcionarios que quedaron cesados por el cierre, el compromiso de pagar antes de fin de año lo restante tras el remate de las existencias en el país, no será cumplida, porque el remate tendrá lugar recién en el último día hábil de febrero de 2022.
Como habíamos informado en su momento, tras anunciar Lifan que no tenía el dinero suficiente para hacer efectivos todos los despidos al contado, el sindicato había logrado un acuerdo para que el dinero que tenía en caja la filial Uruguay de la multinacional china, 100 mil dólares, se distribuyera en partes iguales entre los funcionarios cesados.
En principio la cuenta daba unos 1600 dólares por trabajador, pero como algunos de ellos tenían menos de ese monto para cobrar, los restantes recibieron un monto algo superior. De igual forma, se estimaba que para hacer frente al costo total de los despidos, se necesitan entre 500 y 600 mil dólares, por lo cual el acuerdo implicaba que lo producido en el remate de las existencias de la empresa se destinara al pago de esos despidos.
Los representantes de la empresa en Uruguay se comprometieron en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), a que el remate se produciría antes de fin de año, que ya había dos empresas rematadoras a las que se les había pedido presupuesto para hacerlo en esas fechas, por lo cual el cobro para los trabajadores estaba asegurado para antes de fin de año.
Pero ya no está todo tan claro. Según lo que pudo saber este medio, el abogado de la empresa china le informó extraoficialmente al abogado de los trabajadores que el remate no se realizará este año, sino que se producirá el último día hábil del año 2022, lo que dejará sin cobrar sus liquidaciones hasta el mes de marzo del año entrante.
La noticia fue trasladada por los ex dirigentes del sindicato de la fábrica en un grupo de whatsapp en el que están todos los trabajadores y el malestar se hizo sentir. Esas mismas personas se excusaron de hacer declaraciones al respecto, ya que ellos de forma oficial no tienen comunicación de lo afirmado por el abogado y por lo tanto no consideran adecuado hablar si no hay una comunicación.
AL MTSS | De todas formas, según lo que supo este medio, es idea de la dirigencia del sindicato metalúrgico, citar a los representantes de Lifan en Uruguay a una nueva instancia en el Ministerio de Trabajo para que ratifique o desmienta esa información que se manejó entre los abogados de ambas partes.
Más allá de confirmar o no este nuevo elemento, la credibilidad de los trabajadores hacia sus ex patrones es cada vez menos y ya hay quienes piensan en la posibilidad de que Lifan se vaya del país sin haber pago todas sus obligaciones.
“Cada vez estoy más desorientado”, reconoció un dirigente sindical en el grupo mencionado, que luego agregó que lo que “hay que evitar es que estos locos se vayan sin pagar”.
“Nos dijeron tantas cosas, primero que los autos eléctricos, luego las motos eléctricas y la venta a Geely; después que la empresa no se iba a cerrar y que si se cerraba la plata para los despidos estaba, al final cierran y no tienen plata para los despidos; no les podemos creer nada”, dijo uno de los trabajadores que habló con La Semana.
Lifan anunció su retirada oficial del Uruguay el pasado 25 de octubre, aduciendo que su proyecto era inviable en función de las dificultades de reactivación del mercado brasileño, el mercado para el cual trabajó desde su instalación la firma china.
Por Javier Perdomo.