La ex directora del Centro de Primer Nivel de Atención de Libertad (CPNAL), y actual edila Ana María Piñeyrúa, dijo en la tarde de este jueves que la actual Dirección de ese centro de salud, restringió a la mitad el tiempo de trabajo del equipo de atención a víctimas de violencia de género, lo que demuestra la poca voluntad de trabajar en esa problemática o su ignorancia respecto al tema.
Piñeyrúa participó este jueves de una conferencia de prensa en el comité Vinelli con la ex candidata a la Intendencia María Noel Battaglino y la líder de Casa Grande Constanza Moreira y dando inicio al encuentro con los medios de Libertad hizo referencia al día internacional de lucha contra la violencia de género y comentó que sentía añoranza por lo que “fueron los años anteriores, con las movilizaciones que se hacían en la ciudad, que lamentablemente hoy ya no las tenemos. Siento mucha nostalgia por el tema; en particular por el lugar desde donde se organizaban y ya no se organizan más”.
Las movilizaciones a las que hacía referencia Piñeyrúa, las organizaba el centro de salud mientras ella estaba al frente, con apoyo de otras organizaciones locales. Para acentuar su preocupación por la problemática, dijo que la Dirección que integran María Beatriz Amestoy e Isella Arrocha, recortó el horario del equipo que trabaja con las víctimas de violencia de género.
“Como ex integrante de ese equipo, en los que debe haber un integrante de la Dirección, cuando estábamos en ese cargo, le dedicábamos cuatro horas semanales, que de por sí ya era poco, ahora que dejé la Dirección y pasé a la parte asistencial, solo se me permitió seguir trabajando dos horas semanales, lo que es absolutamente insuficiente”, dijo Piñeyrúa.
Añadió que “es imposible atender bien en ese tiempo, porque a veces, dos horas te lleva escuchar a la persona, pero además no se le puede hacer lo que es fundamental que es el acompañamiento, el seguimiento; no se pueden hacer estadísticas, no se puede hacer nada, porque no hay horas destinadas a eso”.
Consultada sobre la explicación que se le dijo que fue que “la demanda no lo ameritaba, cuando sabemos que si había disminuido el número era porque estábamos en una pandemia, porque la mayoría de las víctimas estaban muchas más horas viviendo con su agresor, no podían salir en busca de ayuda o asesoramiento”.
En opinión de PIñeyrúa, “esto demuestra que hay una gran ignorancia sobre el tema o poca voluntad de profundizar en la problemática”.
Por Javier Perdomo.