Al mediodía del sábado 12, arribaron a Libertad la diputada sanducera Cecilia Bottino (MPP-FA), y Gerardo Rodríguez (Federación Ancap), para realizar barriadas en la ciudad promoviendo el voto por Sí en la consulta del próximo 27 de marzo sobre la vigencia o no de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC).
El secretario general de FANCAP, hizo referencia en particular al capítulo referido a la empresa pública de la que él es funcionario. Primeramente, mencionó que el movimiento que nació desde la sociedad civil para impugnar los 135 artículos, que reunió en la primera etapa casi 800 mil firmas, está “en contra de esa forma de legislar (mediante leyes de urgencia), defendemos esa gran tradición uruguaya de que los grandes temas nacionales se construyen con la gente, porque tienen que ser políticas de Estado, que trasciendan los gobiernos. Los grandes temas nacionales los tenemos que discutir con la gente”.
En cuanto a Ancap dijo Rodríguez que el gobierno incluyó en la LUC cuatro artículos sobre el ente que “perseguían dos objetivos, uno bajar los combustibles y está claro que eso no lo logró y el otro, dotar de transparencia al método de fijación de las tarifas, que tampoco lo logró, porque aplican el informe preceptivo de URSEA (Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua), cuando les conviene. Sigue habiendo la misma discrecionalidad de siempre y eso no está mal porque el precio del combustible, siempre es una decisión política”.
Explicó su planteo diciendo que “cuando defino el precio de los combustibles estoy decidiendo a qué sector de la sociedad favorezco. Por ejemplo, se dice que tenemos uno de los combustibles más caros de la región y del mundo. Eso es verdad en la nafta y el gasoil, pero tenemos el gas más barato de la región y eso es porque hay una decisión política, orientada a favorecer a los que menos tienen. Hoy, una garrafa de gas cuesta 700 y algo de pesos, pero si vamos a ponerle el precio internacional tendría que costar el doble”.
En cuanto al incremento de precio de los combustibles, el dirigente sindical dijo que “no podemos decir que lo que nos está pasando es por la guerra en Ucrania; primero porque la guerra empezó hace 20 días y el precio de los combustibles aumentó 30% antes de la guerra y los alimentos aumentaron 25%, también antes de la guerra”.
¿PREPARADOS? | “Pero además, nos decían que estaban preparados. Si estás preparado para llevar adelante una transformación profunda del mercado de los combustibles, tenés que saber que el mercado del petróleo se presta para la especulación financiera. En los últimos 50 años el precio del petróleo oscila, los vaivenes siempre estuvieron. Por la guerra Irán-Irak en los 80 (del siglo pasado), por la del Golfo Pérsico en el 91, por el ataque a las torres gemelas en 2001, por la invasión de Irak en 2003, por los ataques a instalaciones petroleras de Nigeria en 2006, por la guerra en Libia y Siria en 2011, por la de Ucrania de 2014, por fenómenos meteorológicos; todas esas cuestiones hacen que el mercado sea inestable, siempre, y si digo que estoy preparado, tengo que conocer todo esto”, narró Rodríguez.
En función de esto, dijo el dirigente sindical, “hay que tener políticas públicas que minimicen esos vaivenes, porque si eso lo trasladás al mercado interno generás incertidumbre. No podemos vivir con el corazón en la boca, de lo que pasa con las guerras en el mundo. Lo que hay que hacer es generar una política que dé certeza al mercado interno, porque si no seguiremos estando pendientes de la especulación de los demás”.
Respecto a qué pasaría si gana el Sí el 1º de abril, cuando el gobierno debería estar dando a conocer el nuevo precio, dijo Rodríguez que “ellos van a tener que cambiar la forma de fijar los precios si respetan la voluntad popular. Este mecanismo de ajuste de tarifas, fracasó, aumentó 36% el combustible, no brindó transparencia y las consecuencias las está pagando la gente. El gobierno debería darse cuenta del error y debería corregir”.
Estimó además Rodríguez, que de ganar la opción por el No, el gobierno continuaría con su plan de liberar el mercado de combustibles. “En el plan del gobierno, a partir del 1º de enero de 2022, Ancap no se hacía más cargo del flete para asegurar el mismo precio en todo el país y eso lo postergaron para 2023. En tres años se liberaría el precio de los combustibles y ahí cada uno pondrá el precio que quiera. Ellos dicen que ayudará a la competencia, en verdad es a la competencia que ellos pregonan, pero seguro perjudicará a los más pobres”, dijo Gerardo Rodríguez.
Por Javier Perdomo,
