“Parece que está por salir la expropiación, parecía que a nadie le interesaba y se quedó trancado, pero vamos a hacer la reunión para que vean que nos interesa que el río se reabra. Cuantos más seamos mejor, inviten a todo el que puedan, no importa, la tía, la hermana, la abuela, no sé, lleven gente, lleven gente, que cuanto más seamos es mucho mejor, porque así se dan cuenta que nos interesa que abran el río”, decía la voz de una mujer en un audio que circuló entre el martes de noche y el miércoles de mañana por whatsapp, que arengaba a ir a la “Junta” (Municipio), a las 18 y 30.
La sorpresa fue tanto para el alcalde Sergio Valverde como para la dirigencia frenteamplista local, que ante la ausencia veraniega por trabajo del concejal Gonzalo Rodríguez, se preguntaba qué nuevos elementos había para que se convocara a una reunión sobre un tema cuyo avance es lento y con pocas perspectivas de éxito cercano, quizás ni siquiera futuro.
Consultado por La Semana, Valverde dijo que el ex concejal Fabio Reyes (FA), lo había llamado para ver si podía concurrir a hablar con él, pero no le dijo que iba a convocar más gente. Tampoco habían quedado claras las razones por las que pedía el encuentro, por eso el Alcalde no había convocado a los restantes concejales. Había entendido que era una entrevista privada y no una reunión masiva para hablar de un tema del que no tenía nada para informar.
Ante la convocatoria masiva el Alcalde consulta nuevamente a Reyes y le aclara que concurrirá solamente con un par de personas más, en tanto que Valverde acuerda la presencia del abogado Carlos Fajardo –funcionario de la Intendencia que ha estado encargado de las acciones legales de este caso-, para que explique en que están esas acciones.
Llegados a las 18 y 30 de miércoles, no eran dos ni tres los que concurrieron a la reunión; superaron las 10 o 12 personas, todos ellos propietarios de lanchas y motos acuáticas, los que fueron a escuchar lo que la ISJ tenía para decir. Además de Fajardo y Valverde, estaban presentes la alcaldesa suplente Lizt Ayala y Graciela Oteguy, suplente del concejal frenteamplista Gonzalo Rodríguez.
LO EXPLICADO | Al comenzar el encuentro, tanto Reyes como la voz femenina del audio, decía que “se les había ido de las manos la convocatoria” (“lleven gente, lleven gente”, decía el audio), y tras los pedidos de disculpas pertinentes, se pasó al tema que estaba sobre la mesa.
Fajardo no aportó más elementos que los que La Semana ya transmitió antes que finalizara el año 2017, el proceso de expropiación del camino de acceso al río San José a la altura de Buschental, se encuentra en la órbita del Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA), debido a que el propietario de la histórica estancia –Julio César Talamás-, utilizó una “chicana” legal para estirar el proceso de expropiación (adujo un error en la dirección a la que fue tramitada la citación judicial), y una determinación sobre el recurso presentado puede llevar dos años más. A partir de ese momento, recién se estará en condiciones de empezar el proceso de expropiación.
Fajardo explicó que hubo un momento, cuatro o cinco años atrás, que se estuvo a punto de llegar a un acuerdo, pero a último momento Talamás se arrepintió y fue por ello que se debió iniciar la vía judicial en curso. Según se manejó en la reunión, el objetivo final de Talamás es que le tengan que comprar toda la estancia turística, algo que el abogado Carlos Fajardo consideró imposible que ocurra.
También el alcalde Sergio Valverde le contó a los presentes que existió un proyecto que una ONG promovió realizar el año pasado, que terminó también frustrándose por la oposición del propietario del campo, tema que también está en la Justicia (todo esto ya informado por La Semana).
A partir de allí surgió un “ping pong” de ideas, en el que la señora que arengaba por whatsapp planteó hablar con el dueño del campo lindero al camino para hacer otro camino al costado, algo que el abogado Carlos Fajardo consideró una idea interesante a explorar y quedó encargado de realizar los contactos el alcalde Sergio Valverde (al cierre de esta edición ese contacto no se había concretado), pero igualmente continuaron explorándose otras alternativas hasta que la reunión fue diluyéndose en temas menos concretos.
Se quejaron de los precios que cobra Talamás por acceder, de la falta de servicios del lugar, del destrato del que son objeto por parte del propietario y luego se pasó a detalles anecdóticos.
DILUÍDOS | La sorpresa fue cuando la conversación se derivó hacia detalles tales como dónde y cómo bajar las lanchas en las playas de Kiyú. Al final, todo lo que se mostró como una preocupación para que el “pueblo” tenga acceso a poder ir a tomar mate al río San José, más bien está orientada al disfrute de un selecto grupo de personas que tiene suficiente dinero como para gastar en un carísimo pasatiempo como es andar en lancha.
Lejos estaba de la reunión a la que se convocó con bombos y platillos, esa gente que puede tener interés en ir a tomar mate al río a la que tanto se invocó, por lo menos este cronista vio solo a los dueños de lanchas y otros vehículos acuáticos.
Algo que queda como conclusión a este cronista, es que encuéntrese la solución que se le encuentre en el futuro, es una utopía ya pensar con el acceso gratuito al río. Habrá que acostumbrarse a pagar, porque estos espacios necesitan cuidado y sino se solventa el cuidado, es difícil que el escenario siga siendo amigable.
Por Javier Perdomo.