A menos de dos meses de una instancia crucial como es una elección nacional, debería haber cierta efervescencia en el ambiente, algo de expectativa por lo que está por ocurrir, sin embargo lo que sucede es que hay bastante apatía y es difícil encontrar temas interesantes sobre los cuales versar en este texto. De todas formas, la decisión de escribir una columna semanal en la que uno se “descorseta” (es decir, se saca el corset), implica que se busque tema hasta encontrarlo. Dicho esto, le invito a saltar al siguiente párrafo y profundizar en la primera edición elucubradora de setiembre. Le deseo suerte, la necesitará.
Mire, una de las razones por la cual la campaña puede estar poco atractiva a dos meses del acto comicial, es que estamos en la etapa de las negociaciones internas para la conformación de las listas al Senado y a Diputados, que es una etapa peliaguda en la que se definen destinos personales y sectoriales y que mayoritariamente se hace a puertas cerradas y en el mayor secretismo posible, aunque siempre algo se pueda escapar y sirva de material para elucubradores como uno.
Para la instancia electoral de octubre, el Frente Amplio negocia en su interna bajo el certero supuesto de que contará con mayor cantidad de legisladores en el período que viene (probablemente tenga mayoría parlamentaria), mientras que en los partidos de la coalición multicolor la perspectiva es de menor cantidad de legisladores y por ello se dan situaciones de tensión y enfrentamientos fuertes, como lo que se han producido en la interna cabildante o en el herrerismo, golpeado por el escándalo Penadés y la cuestionada y cuestionable gestión de Heber al frente del Ministerio del Interior.
Cuentan que el general Manini terminó una reunión diciéndole a los gritos a uno de sus diputados, el fernandino Sebastián Cal que era una lástima que no lo hubiera matado Aguiar, en relación a un incidente que ese Diputado tuvo con el empresario estafador, asesinado meses atrás por su esposa en el Este del país. Los dos intentaron disimular después, pero el hecho ocurrió porque fue visto y/o escuchado por periodistas que circulaban por los pasillos del Palacio Legislativo. La discusión, tenía que ver con la conformación de una de las listas cabildantes al Senado. Se acuerda que yo le dije que Cabildo saca un solo Senador y que algunas encuestas avalan mi percepción. Hoy tienes tres senadores, bueno ahí tiene el porqué del enfrentamiento; se pelean por lo que quedará.
Por el lado del Partido Nacional, a la pobre Laura Raffo la tiraron para afuera del sector que, entre otros, conformó su padre. Es que Laurita no cuajó como segunda figura del partido. Su votación fue demasiado magra en las internas y por eso los sectores que la apoyaron buscaron rápido acordar con alguna de las listas que respaldaron a Delgado. Carlos Daniel Camy y la alicaída Alianza Nacional volaron raudos a acordar con la 40 de Javier García, mientras que el herrerismo sabe que es muy difícil que pueda lograr más de un Senador y por ello ignoró el acuerdo previo con la economista de llevarla al Senado y tendrá a Luis Alberto Heber en el primer lugar.
Es una lógica implacable, pero real. La figura más importante de un sector encabeza la lista, sobre todo pensando en que será la única opción de incidir que tendrá en el próximo período, sea oposición o gobierno. Así que Heber le dijo a Laurita, “gracias por el esfuerzo, pero este lugar es mío” y quiere asegurarse estar en el Senado 2025 -2030, porque vaya a saber qué puede pasar.
Parece mentira, pero en un escenario en que todos los partidos coaligados pierden, el único que está ganando es el Partido Colorado. Un poco por Ojeda y un poco por Bordaberry, los colorados le están quitando algunos votos al PN y a Cabildo Abierto; es decir que estos partidos sufren sangría por partida doble, los desencantados que no volverán a votar a ninguno de los coaligados y los que se mueven en la interna.
Claro, hay que poner las cosas en su justo lugar. Acuérdese que hace menos de un año, había encuestas que le daban entre 5 y 7 % al Partido Colorado. Que ahora anden en el 12 o el 13% es un “campañón”, pero no hay tanto nacionalista desencantado como para votar al colorado. Por ahora los encabezados por Ojeda no serán la primera fuerza de la “Coalición Republicana”, como tiende a llamarse en el futuro este conglomerado de partidos que gobierna en la actualidad.
¿Y el Partido Independiente dónde queda en todo esto? Primero que nada, parece que fuera del Parlamento. Ya no hay margen para un sector tan dependiente. En la anterior legislatura, en la que se sabía que iba a hacer acuerdo con Lacalle Pou, su votación fue mala, luego de cinco años de gestión en el MTSS todo hace indicar que será peor.
Miremos un instante lo que pasa entre los que sumarán más legisladores a partir de la elección de octubre; por supuesto que me refiero al FA. Más allá del impacto que pueda tener la aparición de la figura de Blanca Rodríguez como candidata al Senado, el MPP tiene desde 2004 la mayor bancada parlamentaria del Frente Amplio. Ahora, unido al seregnismo de Bergara están conformando un frente común que busca tener una fuerte bancada dentro de la izquierda, dicen que para asegurar la gobernabilidad y uno se pregunta si es que ya saben que una vez llegados al gobierno van a hacer cosas que a una parte de la izquierda política y a la izquierda social no le van a gustar.
Es cierto que en el pasado la izquierda ha sabido administrar sus diferencias y que en la izquierda hay siempre un espíritu discutidor de los temas que es muy positivo, pero plantear las cosas en estos términos a uno que vota con dudas, le causa cierto temor.
Como también causan dudas todos esos economistas de los que le hablé en la edición anterior (le juro que yo no sabía que iban a hacer una declaración), que difundieron un texto en el que se oponen al plebiscito sobre seguridad social desde sus sitiales de privilegio, diciéndole a los más pobres que si le aumentás unos mangos más la jubilación se funde el país.
Varios analistas políticos dicen que no se aprobará el plebiscito sobre la seguridad social porque son pocos los sectores políticos que ensobrarán la papeleta y ese es un argumento por demás válido, pero también es válido lo que dicen otros, que cuando hay movilización social es difícil predecir el resultado de un plebiscito.
Se aplica la misma máxima para el caso de los allanamientos nocturnos. El principal partido del país no ensobrará y como la iniciativa no tiene sustento popular alguno -fue un invento parlamentario-, no se aprobará, más allá de lo que estén diciendo las encuestas.
Para el final, dejando la campaña electoral a un lado, hablemos de Luis Suárez. Me confieso, me tiene aburrido la melosidad televisiva, la lágrima fácil ante la cámara, la lágrima sin sentimiento. Será que uno se está poniendo viejo -y tecno, como decía Luca Prodan a fines de los 80 sin dimensionar la importancia que tiene hoy ese término-, o que nunca me gustaron las demostraciones excesivas.
Bueno, quizás eso fue lo que sentí, que la despedida de Suárez fue excesiva. Claro que fue un gran jugador de fútbol, que nos dio satisfacciones enormes, que quedará en el mejor recuerdo, pero hay que tener claro que es tan solo eso, un jugador de fútbol y como tal, tenemos que vivirlo y apreciarlo. Lo demás, es todo circo y al escriba de pueblo, no le gusta el circo.
Llegados a este punto, se terminan las elucubraciones semanales. No tengo mucho margen para largas despedidas, así que le digo, nos vemos en siete días, si la realidad nos lo permite.
Imagen ilustrativa tomada de la web.
Por Javier Perdomo,