Señoras y señores, personas que leen este pasquín de pueblo, les presento mi renuncia indeclinable a la función desempeñada hasta ahora…, aunque bien puedo cambiar de opinión si la situación lo amerita y no hay nadie más que quiera perder el tiempo escribiendo una columna en que la ironía es el principal ingrediente. Poniéndonos a tono con los acontecimientos de la agenda noticiosa, comienza la edición 16 del año 23 de este espacio semanal. Si le parece, vamos arrancando.
Claro que hay que es tiempo de hablar de renuncias, porque si hay algo que tenemos desde que empezó este período de gobierno son renuncias y para muestra baste decir que en menos de una semana el Presidente hizo renunciar a una Ministra y debió renunciar un importante jerarca del Ministerio del Interior, como era el Director de Convivencia y Seguridad Ciudadana.
Pero empecemos por el principio. Al cierre de la pasada columna no estaba muy claro que iba a pasar con Cabildo Abierto y la coalición y lo mejor de todo es que cuando se inicia ésta, tampoco lo está, pese a que en lo formal, los cabildantes siguen siendo coaligados. Con un rezongo al Presidente, Manini Ríos dijo “seguimos” y mandó a su mujer al Senado y al senador Lozano al Ministerio.
¿Qué idoneidad técnica tiene Lozano para ser Ministro de Vivienda? Bueno, seguro que como militar, alguna más que Moreira por la formación que reciben los oficiales de la milicia, pero el centro del asunto acá es que fue un cambio de figuritas y que si sigue existiendo coalición es porque los cabildantes no quieren perder sus cargos y porque la coalición toda tiene miedo de perder las próximas elecciones.
Sobre este enroque un último comentario: aquello de los más capacitados para cada cargo, sigue siendo una quimera, por más que lo digan en cada nuevo proceso electoral todos los actores políticos. Moreira fue Ministra porque Vivienda le tocó a los cabildantes en la distribución de cargos (y porque es la esposa del líder), y Lozano es ahora Ministro porque es cabildante y porque no querían dejarlo sin la “changa”, al volver Irenesita al Senado.
Por su lado a Santiago González se lo devoró su propio éxito. Fue tanto lo que buscaron y rebuscaron en el Ministerio para afectar la figura del ex director de Secretaría del Ministerio y actual senador Charles Carrera (a partir del espionaje por el tema del puerto, que está en la órbita de la Justicia), que le encontraron la gran falta de hacerse atender en el Hospital Policial cuando supuestamente los jerarcas civiles del MI no pueden hacerlo. Hicieron un terrible escándalo por el asunto, sin reparar, parece, en que podían ser víctimas de su propia estrategia, ya que también se atendían, en circunstancias especiales como le pasó a Carrera, en el Policial.
Primero debió renunciar el Director de Secretaría –el cargo que detentaba Carrera-, Luis Calabria y ahora “Santiaguito” González. ¿Y sabe qué? Como ha ocurrido en el último tiempo, hubo un periodista –Eduardo Preve-, detrás de esta investigación que hace caer a un nuevo jerarca de gobierno.
Comentario final sobre este asunto. Ni en el caso de Carrera ni en el caso de González, me parece que sea condenable atenderse en el Policial; puede no ser legal pero no creo que sea un tema por el cual renunciar a un cargo; el problema está en que si condenaste a tú rival político por una determinada práctica y resulta que vos mismo hacés, indefectiblemente tenés que renunciar.
Eso fue lo que se devoró a un desconocido que llegó al Ministerio de la mano del “Guapo” Larrañága, que en tres años de gestión tuvo poca habilidad tuvo para promover la convivencia ciudadana y que más bien fue prepotente y apostó siempre a la fuerza y al amedrentamiento (como con los gurises del IAVA), para ejercer una función para la cual, tampoco estaba preparado.
Qué cuál jerarca será el próximo en renunciar, me pregunta usted. Bueno, no tengo la bola de cristal, pero lo cierto es que para octubre, aquellos directores de empresas y organismos públicos que quieran ser candidatos en 2024 deberán haber renunciado, por lo tanto allí habrá nuevas vacantes que llenar, aunque más no sea por un año, pero claro, no es de descartar que antes veamos a alguna otra figura debiendo dejar su lugar; por acá, se aceptan apuestas.
Mientras usted piensa quién es el próximo renunciante, por acá vamos pasando a otro tema. Hablemos de agua y las dificultades de abastecimiento que tiene casi el 60% de la población uruguaya. Hace algunas semanas atrás en este pasquín de pueblo, María Selva Ortíz, integrante de Redes –Amigos de la Tierra, una de las organizaciones que se opone al proyecto Neptuno, lo decía con claridad: si se hubiera optado por construir la represa en Casupá, como había dejado acordado el anterior gobierno, Montevideo y su zona metropolitana no estaría pasando por la crisis hídrica por la que atraviesa en estos momentos.
El Presidente, que nunca había hecho referencia al proyecto, ha negado que esto fuera así, tratando de desmentir a la academia, a las organizaciones sociales, al gremio de OSE y a distintos referentes frenteamplistas, que cuando tienen la posibilidad le pasan factura por el asunto.
Dijo el “Cuqui” que por más que estuviera lista esa represa, igual Montevideo y Canelones seguirían teniendo problemas de abastecimiento, sin embargo hasta el Alcalde de Casupá, que es de su propio partido, le dice lo contario y hasta mostró públicamente los documentos que certifican que el crédito para hacer la represa estaba aprobado.
Lo que uno sospecha en definitiva es que como llegaron al gobierno a jugar al achique, no la quisieron construir para no gastar y apostaron a que unas empresas privadas, que tenían un proyecto pronto antes de las elecciones del año 19 –esperando que ganara el Cuqui-, presentara la iniciativa para tomar agua del Río de la Plata a la altura de Arazatí, proyecto que es cuestionado por toda la ciencia y que además, nos costará carísimo. Falta de previsión, desidia y poco apego.
Algo para el final: el periodista Leonardo Haberkorn –a quien también mencioné en la pasada edición-, cuestionó, en una columna muy comentada, a este gobierno y también a los anteriores por la imprevisión, tomando como referencia palabras del fallecido “Ñato” Fernández Huidobro, quien habría alertado sobre la inminencia de la escasez del agua. Según Haberkorn, sus compañeros frenteamplistas no le hicieron caso y por esto estamos en esta situación.
Me resulta extraño que un periodista como él no tenga claro los tiempos que demanda concretar cualquier iniciativa de gran porte, como puede ser construir una represa. No es soplar y hacer botellas y muy bien que lo sabe. Desde el año 2013, OSE y la anterior administración comenzaron con el proyecto y claro, la financiación surgió recién en 2019, pero mientras tanto se expropiaron terrenos, se hicieron los proyectos y todo lo que demanda una obra de ese tenor. Quizás, la imprevisión era anterior y Leonardo no lo quiere reconocer, porque tiene sus preferencias electorales, como todos las tenemos.
Y hasta acá llega la columna elucubradora de esta semana; si decido continuar con la renuncia planteada, usted se enterará por todos los medios informativos, sino es así, entonces me encontrará acá, intentando llevar agua para mi molino –puede ser al son de “agua podrida” de Leo Masliah-, o canturreando alguna canción, de esas que están estampadas en el corazón de un empedernido roquero cincuentón. Hasta entonces.
Imagen ilustrativa, tomada de la web.
Por Javier Perdomo.
