El pasado sábado 10 de noviembre se cumplieron 50 años de lo que fue la primera y única en ese formato, consagración de Campana, como campeón Departamental de San José. Ese día los sobrevivientes de esa epopeya, jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, se juntaron para “recordar” según sus propias palabras aquel logro que sin duda está entre los más grandes de la rica historia campanera.
Según recuerda Orestes “Cacho” Nieves la presión de la OFI para que aquí se jugara un torneo Departamental con los mejores de cada sector fue clave para que las negociaciones entre las Ligas llegaran a buen puerto.
Fue así entonces que en 1968 se creó este torneo con los mejores equipos de cada Liga del departamento. Eso sí, las Ligas del interior debieron aceptar que el Sector Capital tuviera cuatro representantes: su campeón y además monarca del Interior, Universal, el vice Central, más San Lorenzo y Río Negro que habían logrado el tercer y cuarto puesto respectivamente. Por la Liga de Libertad iban dos representantes: el campeón Campana y su vice Independiente. Además participaron San Rafael como campeón de la Liga de Rincón del Pino y Oriental representando a la Liga de Rodríguez.
Por esos años las diferencias entre la Capital y el Interior parecían claras por eso no era de extrañar que la final fuera entre dos equipos de San José de Mayo. Los ocho equipos se dividieron en dos series de cuatro equipos. En cada una de esas series se jugarían dos ruedas todos contra todos y los ganadores de las mismas jugarían la gran final.
En el caso de Campana le tocó la serie junto a San Lorenzo, Central y Oriental. Allí empató un partido y ganó otro ante San Lorenzo y lo mismo ante Oriental al tiempo que derrotó en los dos partidos a Central para terminar primero e invicto en su grupo, clasificando para la gran final ante Río Negro que había terminado primero en la otra serie dejando por el camino nada más ni nada menos que Universal, bicampeón del Interior.
LA FINALES | Fueron tres finales tremendas ante el cebrita. La primera jugada en Libertad bajo una lluvia torrencial que terminó 4 a 0 a favor de Río Negro. La revancha se jugó una semana más tarde en cancha de Nacional y allí Campana se impuso 2 a 1 forzando así una 3ª final ya que no había diferencia de goles.
Esa tercera final se jugó nuevamente en cancha de Nacional y ante casi 4000 personas. Los 90 minutos terminaron igualados 3 a 3. El tricolor comenzó ganando pero luego estuvo dos veces por debajo en el marcador: 2 a 1 y 3 a 2. Cerca del final Ruben Coccinnello puso el 3 a 3 y llevó la definición al alargue. Treinta minutos más de fútbol y sin posibilidad de hacer cambios, todo hacía suponer que el resultado no se iba a modificar y que un cuarto partido era inminente. Sin embargo a falta de solo dos minutos Luis “Tarugo” Perdomo recibió un pase de Oscar Méndez y con lo último que le quedaba de resto físico definió de zurda para marcar el cuarto gol para la victoria y el triunfo campanero.
RECUERDOS | Los ex jugadores Raúl Camaiti, Adelqui Callejas, Oscar Álvarez, Oscar Méndez, Hugo Petre, Antonio Gáspari, el entrenador de aquel entonces Orestes Nieves, y ex dirigentes como Ulises Montelongo y Aníbal Doglio, más Roberto Perera quien fue en representación de su hermano Neber, se juntaron el pasado sábado al mediodía en la sede del tricolor para recordar aquel logro. No suelen hacerlo muy seguido, salvo cuando se cumple algún aniversario redondo pero nunca con tanta concurrencia como la del sábado.
Las historias, anécdotas y recuerdos son muchos, algunos están presentes, otros exigen un poco más de trabajo mental pero enseguida brotan como extraídos desde el fondo de un baúl de los recuerdos.
Todos coinciden que tal logro “en ese momento fue un hazaña” porque en ese momento “había muchas diferencias, no solo en los futbolístico sino también físicamente”.
Orestes Nieves recuerda que “antes de empezar el campeonato fuimos a ver la final de la Liga de San José entre Central y Universal y vi que era un fútbol fuerte comparado al nuestro, físicamente estaban bien” aunque luego agrega que “en juego de equipo éramos parejos”.
Las virtudes enumeradas de aquel equipo fueron muchas: las ganas, el corazón, la hombría, sin embargo reconocen que para ser campeones algo clave fue que las finales fueron arbitradas por jueces de Montevideo. “Estaban tan seguros que nos ganaban que accedieron a ese pedido y hoy estamos festejando porque la terna era de Montevideo sino no teníamos chances”, dijo Nieve.
El fútbol por aquella época tenía reglas que vistas hoy parecen una locura. El entrenador no podía realizar variantes durante el partido, salvo la del arquero y en caso de lesión. Los 10 jugadores de campo debían afrontar los 90 minutos y en el caso de la tercera final, 30 minutos más de alargue. Sumándole a eso que en muchos casos eran jugadores que trabajaban en el campo y ni siquiera entrenaban.
Por eso todos coinciden en resaltar la tarea de Felipe Decio, un deportólogo que llegaba de Montevideo y que con su gran trabajo los dejaba en las mejores condiciones para afrontar los partidos así como también del masajista Juan Mieres.
Tras la dura derrota en la 1ª final por 4 a 0 como locales Raúl Camaiti confiesa que “estábamos tan calientes que al otro día fuimos todos a la cancha, queríamos la revancha ya” y recuerda que no había tal diferencia “perdimos porque ellos eran un cuadro más liviano y en un campo embarrado sacaron ventaja”.
El equipo no sintió anímicamente esa derrota y siete días más tarde tuvo su revancha ganando 2 a 1 para forzar una 3ª final. La 3ª final al igual que la 2ª, se jugó en cancha de Nacional ante una multitud. Campana comenzó ganando pero luego estuvo por dos veces en desventaja hasta que logró empatarlo 3 a 3 cerca del final gracias al gol de Coccinelo.
En el alargue cuando la historia parecía sentenciada a un cuarto partido llegó el cuarto gol que le dio el título. Oscar “Chiquito” Méndez quien dijo en un principio no recodar la final, si recuerda que fue él quien comenzó la jugada del cuarto gol. Sus compañeros lo ayudan en el recuerdo “pudo haber definido él pero prefirió pasársela a ‘Tarugo’”. Perdomo quizás estaba en mejor posición para definir pero había un inconveniente “la pelota le quedó para la derecha y no le podía pegar porque estaba lesionado”, así que fue necesario un enganche que pareció eterno “se le di a ‘Tarugo’ y no se podía acomodar y de repente le pega y la mete adentro”, sentencia Méndez.
Lo que dimensionó aún más el triunfo tricolor fue que por aquellos años, Libertad buscaba su autonomía por lo que también fue considerado un triunfo político, “hoy vinimos por la Copa y mañana por la autonomía”, recuerdan que gritó alguien en medio de tanta alegría. “Fue todo Libertad, gente de Juventud, de Independiente”, mientras uno se anima asegurar que había “111 vehículos en la caravana”, Nieves recuerda entre risas haberle dicho a Ruben Morandi “mirá toda esta gente, si hoy perdemos nos matan”.
EL DESPUÉS | Ese equipo al año siguiente tuvo la oportunidad de jugar la Copa de Campeones de OFI. Tras dejar por el camino en primera fase a Peñarol de Juan Lacaze, se topó con el duro Independiente de Flores. Fueron dos empates 1 a 1 en Libertad y 0 a 0 en Trinidad por lo que hubo que definir por penales. Distinto ahora, el local ganó el sorteo y pateó los 5 penales seguidos anotando 4. Luego fue turno de que Campana rematará los suyos y solo 2 fueron adentro. Independiente clasificó y tiempo después sería campeón al vencer a Universal en la final.
Ese año Campana lograría el bicampeonato en la Liga de Libertad, pero no correría con la misma suerte a nivel departamental.
Los entrevistados también recuerdan los partidos con Independiente que en aquel momento lo consideran clásico al igual que por supuesto cuando se enfrentaban a Juventud Unida. “Un clásico con Juventud Unida se vivía en toda la semana, el que perdía no salía a la calle por unos días pero no había líos”, dice Nieves que no acepta la actual situación de que estén en Ligas separadas y con añoranza manifiesta “capaz que en el campeonato de OFI se cruzan”.
El propio Nieves, demostrando aún su conducción sobre el grupo los llamaba al orden cuando la entrevista se iba de los carriles normales y hablaban todos al mismo tiempo.
Antes de irme me piden tomarse unas fotos en las bicicletas ergométricas ubicadas el salón de abajo y entre risas me sugieren que titule “preparándonos para volver” y algunos comienzan a pedalear como si se tratará de una máquina del tiempo que los devolvería, aunque sea por un instante, a aquella tarde de noviembre de 1968.
La campaña
San Lorenzo 2-2 Campana
Goles: Oscar Collazo y Luis Perdomo
Campana 3-0 Central
Goles: Ruben Coccinello x 2 y Oscar Collazo
Campana 2-1 Oriental
Goles: Hugo Perdomo x 2
Campana 2-1 San Lorenzo
Goles: Ruben Coccinello y Oscar Méndez
Central 0-1 Campana
Gol: Oscar Méndez
Oriental 1-1 Campana
Gol: Oscar Collazo
Campana 0-4 Río Negro
Río Negro 1-2 Campana
Goles: Oscar Méndez y Jorge Cohelo e/c
Río Negro 3-4 Campana
Goles: Ruben Coccinello x 2, Ruben Méndez y Luis Perdomo
El plantel: El día de la gran final Campana formó con: Moisés De León, Oscar Álvarez, Neurán De la Sierra, Raúl Camaití, Nelson Gagneux, Ruben Coccinello, Ruben Méndez, Luis Perdomo, Oscar Méndez, Oscar Collazo y Hugo Petre. Además tuvieron sus minutos a lo largo del torneo otros futbolistas como: Adelqui Callejas, Carlos Núñez, Antonio Gáspari y Carlos Antúnez.
Por Marcos Soto.