Juventud Unida volvió a perder como local por Copa de Clubes y ahora se ve en la obligación de ganar en Trinidad en la última fecha para mantener la categoría y para tener alguna posibilidad de avanzar de fase. El equipo verde esta vez fue superado por Juventud de Colonia dos tantos contra uno y quedó en el último lugar del grupo a falta de una sola fecha para el final.
El mal primer tiempo a la postre le terminó costando carísimo, y si bien en el tramo final del encuentro fue con furia en busca de la igualdad, apenas le alcanzó para descontar.
Los primeros minutos de partido fueron de control visitante. El equipo coloniense ejerció una presión alta que incomodó a su rival. Además cuando tomaba el balón lo manejaba con criterio.
Lo único que le faltaba a la visita era mayor profundidad como para lastimar a Juventud Unida, quien pese a ser dominado y no tener el balón, sí logró llegar con peligro en dos oportunidades que buscaron en largo a Bicker. El veloz extremo verde, le ganó por dos veces la espalda del lateral y generó situaciones que por poco no fueron gol.
Además de controlar el juego, a los 18 minutos la visita también logró ponerse en ventaja. Tiro de esquina de Casaña y el anticipó de Cutinella para de cabeza poner el 1 a 0 en un gol que fue un calco del primer gol anotado por Lucas Pérez en el choque entre estos equipos en Colonia días atrás.
No conforme con esa conquista, el equipo “rojo” prosiguió en su dominio y apenas cinco minutos más tarde logró el segundo tanto de tiro penal. La falta fue de Facal sobre Vega y el propio volante fue quien transformó la pena máxima en gol.
Otra vez, al igual que siete días tras en Minas, Juventud Unida estaba dos goles abajo en la primera parte. Sin duda que el impacto fue importante y si bien en los minutos siguientes emparejó el trámite y generó algunas chances claras, los nervios y la imprecisión dominaron al equipo en esa primera parte.
La visita poco a poco fue perdiendo el control del balón, sobre a todo a partir de la tempranera salida de Vega por lesión, y comenzó a retroceder en el campo de juego.
Esa primera parte se fue con el 2 a 0 visitante, no logrando el local un descuento que hubiese sido clave.
COMPLEMENTO | Lo mejor de Juventud Unida se vio en el complemento, sobre todo a partir del ingreso de Leandro Perdomo y más tarde de Ferrari.
Perdomo se asoció con Acosta y Ramos, y allí Juventud Unida logró un mayor y más criterioso control del balón que permitió más y mejores llegadas contra el arco rival.
Un cabezazo de Urse al travesaño, otro de San Martín que se fue desviado y luego una jugada donde doblemente los palos estuvieron del lado visitante ante sendos remates de Burgos y Perdomo, fueron las chances más claras para el local antes de llegar el descuento.
La maldición recién se rompió a los 77 minutos cuando en un tiro de esquina Urse la bajó para que Acosta la empujara en el área chica.
Con 13 más descuentos por jugar, los recuerdos de Minas estaban a flor de piel. Inmediatamente después del descuento, De León le impidió el empate a Bicker y luego también a Burgos.
El entrenador visitante movió el banco buscando que su equipo saliera de esa presión y en parte lo logró. Si bien hasta el final, el local tuvo el control de pelota y del campo, ya el asedio sobre el área no era tan grande e incluso tuvo algún contragolpe en los pies de Colo.
A medida que al final se acercaba, la ilusión de una remontada se iba desvaneciendo. El empuje y las ganas no fueron suficientes y al final la victoria se la llevó la visita.
Juventud Unida volvió a quedar en el último lugar del grupo y ahora deberá cerrar la primera fase en Trinidad en busca de una victoria que al menos le permita mantener la categoría.
Por Marcos Soto.
