El receso de verano y lo tardío de la definición de la temporada de la Liga Mayor nos impidió realizar la cobertura que habríamos querido de la segunda final entre Nacional y Campana, disputada el 28 de diciembre pasado y que, mediante definición por penales determinara la consagración del tricolor libertense como mejor equipo de la temporada. Por cuarta vez los “campaneros de Libertad” pudieron celebrar tan importante logro y coronar un muy buen año en lo deportivo.
Pero casi levantando la copa el entrenador comunicó a dirigentes, planteles y cuerpo técnico su decisión de dar un paso al costado. “No había querido decirlo antes para no interferir en el clima del plantel de cara a las finales”, dijo Rodino a La Semana, el joven entrenador que continuó la labor que iniciara Alejandro Apud en 2016, dándole oportunidad a los jugadores de la casa, varios de los cuales han sido campeones en todas las categorías, desde el Fútbol Infantil hasta la Primera División.
Rodino agregó que “me falta un semestre del curso de entrenador y ya había decidido terminarlo este año, como los cursos son nocturnos, dos veces por semana más una pasantía en un equipo profesional, entonces, como además llevamos dos años de dedicación exclusiva a Campana y eso implica restarle a otras cosas, en mi caso el aspecto familiar pesa mucho, nuestro plan de trabajo hacía que incluso los sábados, que puede ser un día libre en fútbol, nosotros hacíamos la activación y a las cuatro de la tarde estábamos en la cancha, por eso decidí no continuar en el puesto”.
El técnico dijo que “en realidad, dado lo tarde que terminó la actividad, no pudimos prácticamente festejar como corresponde, porque al otro día ya muchos se estaban yendo a celebrar el fin de año con sus familias, pero el gusto del título fue algo muy importante, fue una temporada muy larga pero dejó sus frutos”.
El entrenador explicó que “nosotros empezamos a trabajar en enero, con las primeras reuniones con Gustavo Fajardo para ver si después de lo que había hecho Apud nos tirábamos al agua, viendo cómo continuábamos ese trabajo, así que fue un año completo de actividad”.
En principio la idea de Rodino era que Andrés Munchs y Gustavo Fajardo pudieran asumir la dirección técnica, pero “ellos no tienen habilitación de OFI y no podían entrar a la cancha como entrenadores, además Andrés también tenía todo pronto para inscribirse en AUDEF para continuar con su curso y finalmente los tres dimos el paso al costado”.
EVALUACION| Más allá del resultado final, con “la frutilla del postre” que significó la obtención del título, Rodino dijo que la evaluación de la temporada “fue altamente positiva, por lo que crecieron los jugadores, el grupo, tanto a nivel deportivo como humano, el grado de responsabilidad que adquirieron los gurises, en estos tiempos que parece que no les interesara nada, ellos encararon muy en serio el objetivo y se brindaron por entero al proyecto y sin dudas que si no fuera por eso esto no habría salido así”.
Analizando los dos últimos partidos ante Nacional, Rodino agregó que “fue el equipo que más veces enfrentamos en el año, nos conocíamos muy bien y en el período entre que perdimos con River Plate, hasta la primera final, fueron unos 20 días de preparación, sabiendo que o era Nacional o era Central, una cosa era con uno y otra con el otro, hubo ansiedades para manejar”.
En lo personal Rodino habría preferido “enfrentar a Central, porque nosotros habíamos jugado muy bien con Central, tiene un juego diferente al de Nacional, cuando se despejó esa duda se trabajó para tratar de no cometer los errores que habíamos cometido en la final del Apertura”.
Sin embargo la primera final en Libertad, el equipo local se vio sorprendido por un 0-2 desde muy temprano que recién pudo igualar en los descuentos del partido, el entrenador dijo que “sabíamos que los pelotazos largos de Nacional buscan siempre a Alayón, y viendo luego los partidos se nota que Alayón en el primer tiempo recibió dos veces sin marcas, bajó solo dos pelotas que terminaron en gol, pero si en el primer tiempo hubiéramos terminado 3 a 0 no teníamos argumentos para remontarlo, eso lo corregimos para el complemento, siento que nosotros entramos desconcentrados por el marco de público, las luces nuevas que se habían estrenado el día antes, para el segundo tiempo cambiaron la actitud los jugadores, salieron desde el comienzo más concentrados”.
Si en la primera final los errores que pudieron costar muy caro fueron en la defensa, en la segunda se malograron muchas chances, sobre todo en el primer tiempo. Rodino dijo que el segundo partido lo preparamos distinto, inclusive trabajamos el 25 de diciembre porque debíamos aprovechar todos los entrenamientos que pudiéramos y fuimos al segundo partido convencidos de que se había trabajado bien, sabíamos que no se cometerían los errores del otro partido, erramos cuatro o cinco chances claras en el primer tiempo, en el segundo ellos nos apretaron un poco en algunos momentos”.
Rodino confesó que en lo previo no practicaron penales, “pero tenía claro que si llegábamos a los penales Sande iba a tirar el primero y que Arqueta iba a tirar el último, por suerte cuando fuimos a ver cómo estaban los ánimos para la definición todos querían patear, y hubo casos como Sandino Amado, con su juventud, que se enojó conmigo porque quería patear, eso me alegró mucho porque habla del compromiso de todo el plantel”.
Aunque resulte extraño es real, a pocos días de haber alcanzado el mayor objetivo de la temporada, Campana se encuentra hoy sin Cuerpo Técnico y sin sucesor para la Presidencia, ya que Juan Rodino ha manifestado enfáticamente que no continuará bajo ninguna circunstancia, debido también al desgaste que, como en el caso de su hijo en su labor, han significado estos dos años de tareas al frente de la institución de la Ruta 1, un verdadero desafío para los campaneros, elegir un equipo de dirigentes que asuman la tarea cuando las cosas no salen puede ser difícil, pero hacerlo cuando se está en la cima de la ola, también puede ser complicado, pronto viene la Copa de Clubes y en marzo el inicio de actividades de formativas.
Por Jorge Gambetta.