Hablábamos en la pasada edición de los primeros impactos de la irrupción del coronavirus en el país, sobre algunos casos puntuales de la actividad cultural, tras la suspensión absoluta de espectáculos públicos.
Pasada una semana bajo las medidas adoptadas y advirtiendo la evolución creciente del número de casos confirmados puede ya tenerse una idea real de los estragos que en todos los ámbitos se están verificando y la constante agudización en el transcurso de los días y sin fecha límite real.
Gustavo Zidán, gestor cultural en áreas privadas y de la Intendencia de Montevideo se encontraba en España la semana previa a la aparición del foco en Uruguay y debió adelantar su retorno por los inminentes cierres de fronteras y la suspensión de vuelos internacionales.
En diálogo con La Semana Zidán dijo que “estaba en España, en una Feria que voy hace muchos años en marzo y llegué el domingo, me fue a buscar mi esposa, no nos besamos, no nos abrazamos, me dejó en el apartamento y ellos se fueron para la casa de mis suegros para hacer una cuarentena radical” como prevención.
DEBILIDAD | El Gestor dijo que “en España ha sido brutal, por la situación que es complicada pero además por las consecuencias que va a traer en todas las áreas y ni qué hablar en el sector cultural” y citó al sociólogo francés Pierre Bordieu en el sentido de que “el Estado tiene sectores femeninos y esos sectores son siempre los más débiles y dentro de esos sectores la cultura está ahí, junto a la salud y lo que refiere a las políticas sociales, como los sectores débiles del Estado, del otro lado están la industria, el armamentismo la defensa, entonces lo primero que sufre es en este caso la cultura”.
Zidán agregó que “fue automático, porque inmediatamente se suspendieron los espectáculos presenciales, todo lo que refiere al cine, al teatro o cualquier actividad colectiva vinculada al ocio, eso cayó sin ningún tipo de margen o duda”.
Refiriéndose a España, Zidán dijo que “para ellos es brutal aún cuando no tienen las precariedades que tenemos nosotros, tal vez no tengan las formalidades que tiene Alemania, pero no tienen la precariedad que tenemos nosotros y aún así en ellos va a repercutir fuertemente”.
En general “ellos saben que las consecuencias de esto van a ser a nivel económico y laboral en el sector y van a ser terribles”, explicó Gustavo Zidán y agregó que precisamente “una de las últimas actividades que tuve en la feria, que fue en el País Vasco, en San Sebastián, fue un observatorio de las artes escénicas y donde vimos un trabajo desde la crisis de 2008 hasta ahora, cómo había evolucionado el sector, en las diferentes variables, público, generación de ingresos, recursos, impactos”.
El Gestor indicó que seguramente ante la nueva realidad “ese estudio tendrá un nuevo mojón que será a partir de 2020 y la crisis del coronavirus, porque va a ser totalmente diferente al repunte que habían tenido a partir del 2008, que habían empezado a trabajar para superar aquella crisis”.
GEOPOLÍTICA | Zidán expresó que la pandemia mundial “entrevera todo, porque está la geopolítica en el medio, hay quienes dicen que se favorece EEUU y quienes dicen que se favorece China, es un poco la medición para ver quién va a ganar la guerra y sin duda en medio del tema hay algo que está muy vinculado a eso, a la geopolítica”.
Para algunos analistas la pandemia es uno de los nuevos formatos de una guerra mundial, Zidán dijo que “leía algo que se le atribuye a Noam Chomsky, digo que se le atribuye porque hoy con el tema de las fake news y las malas interpretaciones de las entrevistas puede pasar cualquier cosa, pero me pareció igualmente atendible porque su línea de pensamiento es brillante y es un análisis que está asociado a una guerra, también están quienes dicen que esto fue provocado por los chinos para poner contra la pared a EEUU y a Europa, no puedo saberlo, pero lo que está claro es que eso está en el medio y todos sabemos que cuando muchos pierden unos pocos ganan mucho”.
La emergencia sanitaria desató una crisis económica mundial y los líderes europeos hablan de cambiar las reglas de juego, como si el modelo conocido hubiese llegado a su fin. Zidán recordó que “en la época de los 90 del siglo pasado, se decía que nunca tan pocos tuvieron tanto ni tantos tuvieron tan poco, parece que se ha profundizado, es el capitalismo en su etapa más dura y qué viene después, no lo sabemos”.
ALTERNATIVAS | Como toda crisis puede ser también una oportunidad, Gustavo Zidán opinó que “capaz que este cimbronazo hasta el tuétano hace que nos replanteemos y empecemos a formular otras cosas, nada será igual que antes y particularmente a los uruguayos nos va a permitir dejar de mirarnos el ombligo y entender que formamos parte de un todo”.
Explicó que “culturalmente siempre hemos tenido esa cosa de distancia incluso con la propia Latinoamérica, a veces no nos hemos considerado latinoamericanos y creímos que estábamos vacunados contra muchas cosas y eso se podía percibir antes que llegara el coronavirus, porque todo lo que ha pasado en el país es un dato real de que no somos una isla”.
En cuanto al impacto sobre la cultura uruguaya, Zidán dijo que en “el sector público se enfrenta a una situación caótica que va a requerir mucho pienso, organización, repensar lo programado, repensar lo que se proyectaba para este año e incluso para el año que viene o también para el quinquenio, pero más o menos en lo que refiere a la Intendencia de Montevideo los presupuestos en cultura se han mantenido estables”.
En ese orden apuntó que “me tocó estar en la Intendencia con la Comedia Nacional durante la crisis de 2002 y pudimos sortearla porque el Departamento de Cultura tiene un peso fuerte dentro de la estructura de la Intendencia tanto a nivel de recursos humanos como a nivel de recursos materiales, entonces ahora iremos sorteando obstáculos e iremos viendo con ingenio como reordenamos las cosas”.
INDEPENDIENTES | Sin embargo el funcionario advirtió que “las dificultades más fuertes están en el sector independiente del movimiento cultural y artístico que está por fuera del Estado y esa es una situación realmente grave y compleja”.
Zidán agregó que “la mayoría de los trabajadores en muchos casos ni siquiera están formalizados. Pongo un caso fuerte, ayer jueves Rossana Tadei tenía programado un concierto en el Solís que lo tenía casi lleno, era un concierto despedida porque ella va a estar un tiempo en Suiza, y lo tuvo que suspender”.
La realidad tecnológica de nuestro país permite algunos formatos para llegar de todos modos al público. Zidán dijo que Tadei “realizó un Streaming a través de Instagram y Facebook y ahí se dan dos cosas, por un lado ellos como artistas al cancelar el espectáculo pierden absolutamente todo lo que habían gastado para hacer el concierto, porque hay costos previos de producción, pero sin embargo ayer, para mí que estoy en cuarentena ver ese concierto que ellos dieron desde su casa fue un cable a tierra, ellos no reciben por eso ni un peso pero cumplen una labor fundamental en eso intangible de la cultura que alimentan otras cosas que no pasan por lo material”.
El mensaje es claro, aunque estén directamente vinculados, los aspectos materiales y los culturales pueden manejarse por separado. “Hay algo que se pierde y algo que los artistas igualmente aportan, porque qué sería de nosotros durante estos días que debemos estar encerrados si no pudiéramos leer, ver películas o escuchar música o hacer esas visitas virtuales que se proponen desde muchos lugares a museos o centros culturales, eso es en lo que refiere a la gente, pero en lo que refiere al sector en sí el sector en este momento está devastado”.
Ejemplo terrible de ello es “que el Teatro El Galpón que es un ícono de la cultura uruguaya haya tenido que cerrar y mandar a todo su personal al seguro de paro; eso no es un dato menor”, dijo Zidán.
ESTADO | El Gestor Cultural dijo que leyó “las declaraciones a Búsqueda de la Directora Nacional de Cultura y el Sodre anuncia que tendrá sitios web y visitas virtuales a todo lo que se hace, eso es una parte en relación a la gente y su problemática de encierro, pero desde las políticas públicas hay que tomar realmente el tema del sector independiente que es un sector identitario del Uruguay, y esa gente quedó literalmente en pelotas, no hay otro término ¿Qué hacen todos los artistas que viven de la docencia o de su arte, que habitualmente pagan el alquiler y comen con eso? Eso se les cortó a todos y pienso que si no hay una inyección de recursos por parte del Estado que les lleguen ya mismo, vamos a atravesar un momento muy complicado”.
Zidán dijo que en Argentina, ya por estas horas, “el Instituto Nacional del Teatro Argentino acaba de inyectar ahora un millón y medio de dólares directamente en la estructura de salas teatrales de Argentina y eso va directamente y ya mismo al sector para tratar de paliar la situación”.
En ese sentido recordó lo mucho que se luchó por una ley, “y se votó pero no tiene fondos para el apoyo al movimiento teatral independiente y no hay fondos, y no digo que sea un problema del actual gobierno, es algo que venimos difiriendo como país, uno no puede aún evaluar cuál va a ser la respuesta de las actuales autoridades con relación a ese tema, pero es un tema impostergable, ahora lo que pega esta situación es durísimo y es a nivel mundial”.
Salvo algunos muy contados y excepcionales casos, el impacto de esta crisis golpeará a todo el espectro cultural y artístico del Uruguay, ya se está sintiendo y se agudiza, “tanto sobre los grupos incipientes o emergente pero también a quienes tienen una carrera consolidada, sacando quizás a un pequeño grupo, el resto vive al día e incluyó a músicos pero también a todo el movimiento teatral independiente. Si hablamos que El Galpón cerró, de ahí para abajo entra todo, en la danza es igual, es toda gente que vive en la pelea diaria y si ya en otro contexto era un sector vulnerable ahora en un contexto de crisis pasa a ser un sector al límite”.