Sorpresa y dolor causó en la tarde del pasado miércoles 13 de noviembre el fallecimiento del escritor de Puntas de Valdez Omar Díaz que el 23 de julio había celebrado sus 75 años de vida, 53 de los cuales compartió junto a su esposa Daysí. Omar fue un hombre sencillo, sensible, frontal, padre y abuelo cariñoso y siempre un apoyo incondicional de sus afectos y de su comunidad.
Un nudo interior indescriptible parece negarse a escribir sobre la partida de Omar Díaz, ese buen vecino del pueblo que lo adoptó y al que tanta vida le entregó en cuanta movida se organizara. Fue uno más entre sus congéneres y también en la inquieta vitalidad de la gurisada que planificaba proyectos para el desarrollo de la comunidad que hoy le llora.
Por ello sería injusto recordarle sólo como el gran escritor y poeta que fue, autor de muchos versos y cuentos que “pintaban” la realidad de las cosas simples pero esenciales de su entorno y de la vida; desde el rústico y sobreviviente tala del monte aborigen hasta el arado que abre la generosidad de la madre tierra; desde la imparable carrera del río calmo y cristalino hasta su infinito reconocimiento a las mujeres y madres que conoció.
HUMANO | Tal como en alguna entrevista dijera respecto de su querida amiga Belta Díaz, Omar fue un enorme gestor cultural “sin título”. Albañil de profesión y con humildad y sencillez, siempre supo comprometerse con su tiempo.
En su trabajo literario buscó la superación permanente hasta sus últimos días, intentando adquirir nuevas herramientas para mejorar lo que ya hacía muy bien.
Omar Díaz fue un vecino entrañable devoto de su comunidad, experto analista de sus entornos, gran observador de la realidad campesina y sobre todo de los hombres y mujeres del medio rural; su humanismo sin límites le dolía ante las injusticias y le regocijaba en las celebraciones y eventos de una escuela, un centro cultural, religioso o deportivo donde se le convocara.
Reseñar en títulos sus muchísimas publicaciones o describir el estilo prodigioso y riguroso de su literatura estaría de más en este momento de congoja cuando su último libro sobre las “Mujeres que se animaron a más” está aún en sus originales envoltorios esperando “que Omar se recupere”, como dijera unos días de su deceso en estas páginas Cristina Méndez –coautora de la obra–, para ver la luz y someterse a la consideración de los lectores.
SILVA | Ese libro que reúne investigaciones y poemas sobre algunas vecinas que de cierto modo dejaron su huella en la comunidad de Puntas de Valdez y su zona adyacente fue prologado por la escritora libertense Carolina Silva Barbé, que aun en medio del impacto que le produjo la noticia del fallecimiento del poeta y amigo dijo que “nunca pensé que los inconvenientes que atravesaba su salud tuvieran este desenlace”.
Silva agregó que “siempre me sentí muy allegada a él a través de las letras obviamente, si bien hacíamos cosas totalmente diferentes siempre que cada uno hacía algo invitaba al otro para que participara”.
Asimismo expresó que “leyendo publicaciones de gente que se expresaba en redes sociales sobre el fallecimiento de Omar me preguntaba si en su vida una persona podrá tener claro el valor de lo que hace o ¿Sólo somos capaces de ponerlo en palabras cuando parte?”.
Explicó que “es cierto que cuando uno tiene la suerte de obtener algún reconocimiento por un trabajo específico es muy reconfortante, pero también es cierto que muchas otras veces lo que uno hace queda por ahí sin la justa valoración del esfuerzo realizado”.
La escritora dijo que “Omar siempre estaba para dar una mano donde le llamaran, humilde y solidario con una enorme entrega en todos los aspectos, cuando pude participar del grupo de escritores y escritoras siempre me sentí muy agradecida y muy consentida por él, o por Belta Díaz o Alma del Campo y leyendo sus obras se descubría una poesía que ya no es muy común y eso tiene un valor enorme”.
PEÑA | El docente y escritor Pedro Peña es el Coordinador del Taller de Escritura que funciona en el Museo Departamental y tras expresar su pesar por la muerte de Omar Díaz dijo que “si bien desde 2010 yo conocía la existencia de este poeta y escritor de Puntas de Valdez el momento de conocerle personalmente fue en 2016 o 2017 cuando él tuvo la gentileza de aparecer por el Laboratorio Experimental de Escritura del que luego surgieron dos libros colectivos en los que participó Omar y también una revista titulada ‘El Puente’ en cuyo lanzamiento contamos con una poesía suya dedicada a la misma revista”.
Peña agregó que “llegó humildemente, como si ya no fuera un escritor reconocido y con una obra publicada de muy buena calidad. Apareció en el taller y nos fue ganando a todos con su poesía y sus relatos, explicó que había aprendido poesía en los talleres de Abel Soria durante varios años y venía buscando herramientas para mejorar su narrativa”. Al respecto Peña aprovechó a destacar “la importancia que tienen todos los talleres que se realizan en pro de la cultura en todas sus expresiones”.
El escritor explicó que “Omar le aportó frescura al taller, con el enfoque de su escritura sobre las cosas sencillas de las tradiciones, no aquellas tradiciones anquilosadas sino las que permanecen vigentes y que permiten recorrer una huella al pasado pero que todavía se practican, su poesía recorría las cosas de la naturaleza, el vecindario, lo cercano y lo local, una poesía muy territorial y cotidiana”.
El docente además expresó que “cuando en algunas instancias del taller hacíamos alguna lectura, los textos de Omar siempre estaban entre los elegidos por los alumnos porque fue un autor con la capacidad de conmover con las cosas más sencillas y hacía un uso muy diestro del lenguaje con una métrica muy experimentada”.
Peña agregó que “tuve la posibilidad de estudiar a fondo su obra porque para una tesis elegí unos 150 poetas uruguayos entre los que me di el gusto de incluir a Omar Díaz y la verdad que comprobé que en su obra se daba un fenómeno gramatical y sintáctico que yo estaba buscando que se denomina Infinitivo nominal sintáctico que es una construcción que él utilizaba todo el tiempo y está presente en todos sus libros, entonces me vino muy bien su estudio porque me ofreció muchísimos ejemplos”.
El trabajo de Omar Díaz además “lo hemos utilizado en mis clases en el Instituto de Formación Docente a donde concurrió amablemente a compartir su poesía y su proceso y siempre fueron instancias muy ricas para los estudiantes de Formación Docente y resultaba muy productivo que se lo utilizara en las escuelas para estudiar algunos temas literarios”. Cabe agregar que él siempre se prestaba gustoso a concurrir a las aulas para compartir sus vivencias con los alumnos.
Peña escribió el Prólogo del libro “Sólo rimas y cadencias” publicado por Omar Díaz en 2019 y al respecto dijo que “para mí fue un honor y hoy me siento realmente muy honrado de haber podido hacerlo”.
Lleguen desde estas páginas a la familia, amigos y vecinos de Omar Díaz el sentido y apretado abrazo en estos momentos de dolor.