Con muy buen acompañamiento del tiempo y del público continúa el Concurso Oficial del Carnaval del Uruguay en el “Ramón Collazo”. Por falta de espacio sólo nos referiremos hoy a la categoría de Murgas, donde el nivel que se ha visto en la Primera Rueda ha sido en general bastante elevado.
El concurso se desarrolla con algunas sorpresas muy gratas como fue el debut de Doña Bastarda en el carnaval mayor; provenientes de la movida de Murga Joven el conjunto cantó durante todo su repertorio muy cerca de la excelencia coral, un texto inteligente, con mucho humor y reflexión, a través de dos cuplés altamente efectivos. En el primero surgen del “ropero” los viejos monstruos de antaño, otrora símbolos del terror y pánico de los niños, en la actualidad las criaturas llegan para reivindicar una reputación devaluada y expresan su miedo a los nuevos modelos infantiles.
Tras un salpicón breve pero efectivo la murga entra en su segundo cuplé en el que la cárcel es mostrada como el lugar donde la sociedad encierra a los monstruos que necesita, puntos de reflexión y cuestionamiento profundos de la realidad, como que “hay niños de este tiempo que ya no tienen tiempo para ser niños”, denunciando las múltiples obligaciones que imponemos a los más pequeños. Cierra su actuación con una retirada potente, con la personalidad de un coro bien afinado y una dicción clara, la puesta en escena corresponde a Pablo “Pinocho” Routín y realmente dejó una excelente visión global.
En lo que tiene que ver con el humor murguero, el texto más inteligente y efectivo volvió a ser el de Metéle que son Pasteles. Con un permanente juego de palabras y su frescura e ingenio característico, la murga ha corregido rubros de interpretación y vocalización que realzaron sus textos. En su primer cuplé abordan el tema de los cincuentones y lo asocian con la venta de canabbis en farmacias, exponiendo situaciones donde los veteranos recurren a sus hijos para acceder al faso legal.
En su segundo cuadro se expone “al facho que todos llevamos dentro” en el que se descubren las marcadas contradicciones de la sociedad, los dobles discursos, la doble moral como características principales de ese ser interior de cada uno. El libreto de los Pasteles es, junto al de la Bastarda y el de Falta y Resto, de los mejores que se han visto.
EL REGRESO| Tras dos décadas de ausencia retornó al Ramón Collazo murga Saltimbanquis. Con el impulso económico de Enrique “Cachete” Espert la murga se plantó firme con un solo espectacular -quizás demasiado extenso–, en la voz de Ricardo “Canario” Villalba que tuvo en vilo a la platea durante más de un minuto, con un coro potente “de los de antes” impulsado por una cuerda de segundos que despeina. El grupo abusó de citas autoreferenciales al comparar la actualidad de la categoría con lo que era en los 80/90, el libreto apela al humor de Claudio Rojo y Diego Bello pero recurre a estereotipos machistas camouflados en el viejo cupletero inadaptado, cayendo en chistes fáciles y sexistas cuyos remates son interrumpidos por los nuevos murgueros, algo que podría y debería corregirse para la segunda rueda. Punto aparte el despliegue de vestuario que hizo elevar la visión global del conjunto de la Unión.
Momolandia también denunció las contradicciones de la idiosincrasia uruguaya que tiene como la fiesta más divertida del año a “la noche de la nostalgia”. Con el “Pollo” Perrone y Charly Álvarez como conductores, la murga apela al humor y la sátira para denunciar hechos preocupantes de nuestra realidad social como el silencio cómplice que guardamos al escuchar gritos en la casa de al lado, cuestiona el “no te metás” en temas de violencia de género.
Con la dirección escénica de Martín Angiolini la murga mostró una buena calidad coral y una visión global acorde a lo que ya es costumbre en Momolandia.
Otro título que reafirmó su estilo fresco y desfachatado fue Cayó la Cabra, con mejoras notorias en lo vocal el grupo parece decidido a encarar el concurso sin dejar de ser “las cabras”. Inteligencia para alcanzar el humor con temas como el conflicto de los futbolista profesionales incita a la sociedad a rebelarse contra lo que está mal, interpelándonos a todos en nuestras posiciones frente a la problemática social.
La Trasnochada por su parte puede y debe rendir más en el afinado del coro para defender un libreto ingenioso con puntos altos de humor y crítica que cuestiona a las “mentes chiquitas” que desde algunos sectores carnavaleros cuestionan desde su machismo la participación de las mujeres en las murgas, el texto rescata desde la memoria colectiva los casos de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, expone el caso del argentino Santiago Maldonado y le pega al sistema político local con su acostumbrado desenfado, junto a los Pasteles, una murga que hace reir y mucho, pero también obliga a repensarnos.
Y para los que dicen que las murgas ya no critican al gobierno, La Gran Muñeca y La Clave se destacan, cada una con su estilo, con durísimas críticas, al gobierno en general y al partido que gobierna, en el caso de la Muñeca con unos títeres que representan a los líderes de la izquierda y descubriendo en cada uno errores y contradicciones con lo que se supone es una ideología progresista e invitan al elector a cambiar de verdad con su decisión electoral.
Lo de Falta y Resto sorprendió muy gratamente. La murga de las cuatro estaciones del “Flaco” Raúl Castro este año propone su Misa Murguera y presentó un coro con seis voces femeninas que impusieron un impactante colorido a los buenos arreglos de Leandro Castro, apoderándose en un momento de la escena y cantando más de cuatro verdades contra la violencia de género y contra el machismo, en toda su actuación la murga no renuncia a la crítica.
La aparición de Juana La Murga (brillante actuación de Carolina Favier), como personaje desafiante sugiere que la murga dejó de ser “cosa de hombres” y reivindica volver a la fiesta murguera libre de normas y clichés. Si bien el humor se subordina por momentos a la emotividad de las consignas, cuando aparece lo hace con efectividad, en el final con un sentido y merecido homenaje a Daniel Viglietti, con algunos ajustes La Falta puede pelear entre las mejores de la categoría.
La murga de San Carlos con su espectáculo “Brutal” denuncia las distintas formas de violencia que la sociedad viene eligiendo para dirimir sus conflictos, en la crítica le pega a todos, en particular el caso de Raúl Sendic y tras exponer sus errores intenta, con mucha ironía, de reivindicar las cosas buenas de su trayectoria, La Clave ha desatado en las redes sociales una batalla de amores y rencores que nada tienen que ver con el Carnaval, a nuestro juicio la murga debe hacer reir y debe criticar y en ese sentido la libertad es absoluta y despojada de partidismos le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.
SAN JOSÉ | En la madrugada del martes se conocieron los conjuntos clasificados a la Ronda Final del Concurso de Murgas y Humoristas de San José que se desarrolla en el Escenario Hugo “Facha” Ruíz.
Entre domingo y lunes se realizó la segunda pasada de Los Fantasmas se Divierten (Murga de San Carlos), Sinvergüenzas (Humoristas de Paysandú), Se va la Combi (Murga de San Carlos), Pantarrey (Humoristas de Mercedes), Con Flor Quiero (Murga de Fray Bentos), Sale con Fritas (Murga de Mercedes), Nunca Más (Murga de Colonia) y de los dos conjuntos maragatos Humoristas The Locos y Murga De Frente y Mano.
Finamente en la noche del lunes y tras la segunda noche de la Ronda Final, comenzó la ansiada “noche de fallos” y sobre las 2 y 30 de la madrugada se conocieron los ganadores, resultando el primer premio de Humoristas para Pantarrey de Mercedes, segundos The Locos de San José mientras que la también mercedaria Sale con Fritas ganó el primer premio de la Categoría Murgas y De Frente y Mano de San José el segundo premio.
Entre las menciones la murga De Frente y Mano obtuvo la de mejor retirada de murga y la mejor figura de murga en la actuación de Fabiana Bogarín. Los humoristas The Locos fueron distinguidos con la mejor banda sonora de su categoría.
Por Jorge Gambetta.
