En el marco del Ciclo de Cine que viene presentando la Casa de la Cultura de Libertad el viernes se exhibió el documental “Lugar en ninguna parte” del dramaturgo y director británico Anthony Fletcher y el realizador uruguayo Guillermo Amato. Ambos co-directores de la obra estuvieron presentes en la presentación de su trabajo que se estrenó a fines de 2019 en Montevideo.
UTOPÍA | El término fue acuñado por Thomas More (Tomás Moro), en 1516 en su novela homónima en la que el personaje Raphael Hythlodaesus descubre una isla con ese nombre. Más acá en el tiempo la RAE le asigna al vocablo el significado de “plan, proyecto, doctrina o sistema deseables que parecen de muy difícil realización”.
Consultado Anthony Fletcher sobre el proceso del documental dijo que “fue largo, complejo, el documental está hecho con el co-director Guillermo Amato, él vivió muchos años en México y yo conocí a gente que estaba armando una comunidad en Rocha. Él conoció un lugar llamado Santa Fe de la Laguna, que está en Michoacán, en México, que fue fundado en el siglo XVI por Vasco de Quiroga y está basado en el libro Utopías de Tomás Moro. Ese pueblo existe todavía y así nos surgió la idea de la búsqueda de las utopías en América Latina”.
La investigación y luego el rodaje llevó a los realizadores a viajar “a ese pueblo. También fuimos a un lugar en Chile, que se llama Ciudad Abierta que es una comunidad fundada en los años 60 del siglo pasado para arquitectos y artistas”, contó Fletcher y agregó que también “fuimos a una comunidad más nueva que está en La Quebrada, en Rocha. La idea era ver tres distintas comunidades utópicas creadas en distintos momentos, demoramos mucho tiempo en poder hacer todos los viajes”.
Fletcher explicó que “el proyecto comenzó por lo menos hace cinco años. Nosotros no tuvimos ningún auspicio ni fondos de nadie, se solventó a puro pulmón, debimos cubrir nuestros traslados y todo el proceso de post producción, montaje, edición, sonido”.
VIAJES | El co-director de “Lugar en ninguna parte” dijo que “de alguna forma lo más fácil obviamente fue la parte de Uruguay, yo conocí a Alejandro Corchs (escritor argentino), que es integrante de la comunidad La Quebrada, pudimos ir varias veces para conocer el desarrollo de la comunidad y hablar con la gente, además hay un mayor entendimiento de la cultura uruguaya y fue más fácil”.
En lo que refiere a México, Fletcher explicó que “Guillermo (Amato), ya había ido, yo fui por dos semanas cercano al Día de los Muertos, que en realidad es el fin de semana de muertos, es un pueblo muy pequeño y pudimos conocer mucha gente y son muy accesibles. Nos invitaron a cenar, a charlar, participamos de sus ceremonias, realmente en pocos días pudimos entrar mucho y profundizar en la sociedad e investigar todo”.
Finalmente en Chile “fue muy parecido, también dos semanas, en Ciudad Abierta viven sólo 50 personas y tuvimos mucho tiempo para hablar con la gente y ver cómo se organiza la sociedad”.
ORGANIZACIÓN | Fletcher dijo que “en cada lugar hay un sistema de organización particular, con los objetivos filosóficos y poéticos de cada uno, son sociedades bastante independientes de sus Estados, obvio que viven en un país y requieren servicios como luz y agua, pero en la forma de organizarse los tres lugares son bien distintos y muy diferentes al normal de los ciudadanos de cada país. Eso era parte de nuestro proyecto, intentar entender cómo funcionan esas sociedades”.
En cuanto a la toma de decisiones Fletcher explicó que “por ejemplo en Ciudad Abierta tienen algo que llaman Ágora que es donde deciden cómo se usa el territorio, quién puede entrar, quién puede construir, en Santa Fe de la Laguna pasa algo parecido, allí tienen un sistema que tiene casi 500 años de desarrollo y administración de esa sociedad”.
Respecto a la comunidad rochense el Director dijo que “están menos avanzados en esos aspectos, pero tienen formas de controlar y administrar la comunidad, hay pocos que viven permanentemente allí, pero tienen el claro objetivo de construir una comunidad que viva en armonía con la naturaleza”.
Según explicó Fletcher, “en la mayor parte del terreno no se puede construir y realizar ninguna intervención, es para protegerlo, eso afecta también el cómo consiguen agua y luz, es un importante proyecto a futuro, sobre todo para un país como Uruguay, tan pequeño. Darle valor y respeto a la naturaleza y sostener el desarrollo de la comunidad”.
RESIDENTE | Anthony Fletcher es británico y llegó a Uruguay en 2009 por un trabajo de dirección, desde entonces formó pareja en Montevideo y desde hace cinco años tiene la residencia uruguaya.
Sobre el ir y venir a Londres durante mucho tiempo dijo que “ahora estoy mucho más en Montevideo, sobre todo este año, estuve en Londres a comienzo del año, pero el trabajo que tengo allá puedo hacerlo online, algunos proyectos de guión y cine, hace muchos años que trabajo a través de la web, el mundo está trabajando así, la ubicación geográfica no limita tanto”.
Sobre los cambios que la pandemia ha impuesto y dejará sobre su actividad Fletcher dijo que “he hablado con amigos en distintas partes del mundo y en todas partes se espera que pase toda esta tormenta para ver qué y cuánto habrán de cambiar las cosas, en el teatro y en el cine va a cambiar mucho”.
Consultado Fletcher sobre un proyecto suyo que se pudo ver a través del sitio oficial de Sala Verdi, “Dos Hermanas”, dijo que “es un proyecto que desarrollamos con la directora Claudia Sánchez, y con las actrices Leonor Chavarría de San José y Florencia Santángelo de Río de Janeiro. Ante la pandemia los teatros estaban cerrados y nos preguntamos ¿qué hacemos?, había que hacer algo y mirar hacia ese espacio que se llama Internet”.
Agregó que Internet “puede ser una gran sala, tiene sus limitaciones, es una sala difícil de manejar, no es fácil, pero toda sala tiene sus limitaciones y sus cosas, y con ‘Dos Hermanas’ pudimos hacer teatro, así como los músicos pudieron hacer música. Después de la Segunda Guerra Mundial, con los teatros todos destruidos los actores hicieron teatro en las plazas”.
Así surgió esta obra que presenta a dos actrices, “una en Montevideo y otra en Río y lo mostramos en vivo, es teatro puro y sería muy difícil hacerlo en una sala. Se entregó en cuatro capítulos, con buenas repercusiones, la gente entraba a verlo a la hora indicada desde su casa y esperando el siguiente capítulo como si fuera a la entrada al teatro”.
Fletcher entiende que “ese fue el comienzo de un proceso que va a seguir en el tiempo que viene, porque realmente Internet es una gran sala y debemos empezar a usarla un poco más”.
Si no pudo ver “Lugar en ninguna parte” intente verlo, es un documental interesante sobre tres modos diferentes y peculiares de vivir en comunidad, sabiendo que allí fuera un mundo existe, con sus hostilidades y tentaciones, para algunos las utopías también existen y pueden alcanzarse, aunque sea difícil cortar totalmente las conexiones entre un lugar y otro.
Por Jorge Gambetta.
