Amenazan con incendiar una sala teatral montevideana en la cual el jueves 1° de octubre, se estrenó la obra «Cuba» dirigida por el libertense Fernando Hernández, con la participación del elenco de su grupo Teatro Del Arte del Fondo (TAF). Las amenazas llegaron hasta la posibilidad de afectar la integridad de los propios actores y los propietarios de la sala La Gringa, decidieron levantar la obra.
Según publica Montevideo Portal, «Cuba», la obra de Federico Puig Silva, dirigida por Hernández, «se desarrolla en una casa ocupada por un grupo de anarquistas que discuten, arman bombas y hablan acerca de la importancia de los gestos, según la sinopsis. La obra está basada -sin mencionar nombres – en un atentado que anarquistas realizaron en 2018 en la tumba del coronel Ramón Falcón en el cementerio de La Recoleta, en Buenos Aires», quien era «señalado como responsable de la represión policial en la llamada Semana Roja de 1909 (cuando la Policía mató a decenas de manifestantes en la Plaza Lorea de Buenos Aires), y fue asesinado por Simón Radowitzky, un anarquista de origen ucraniano».
«El atentado de noviembre de 2018 -continúa contando Montevideo Portal, que pretendía ser un homenaje a aquel hecho, culminó con dos detenidos principales: una mujer a la que la bomba le explotó en la mano (al intentar sacarse una foto, según la prensa argentina), y un hombre que la acompañaba.
El director de La Gringa Teatro «Álvaro Correa, dijo a Montevideo Portal que el grupo que realiza la obra (TAF), alquiló la sala al teatro (no es una producción propia). Agregó que se trata de una ficción que trata con ‘respeto’ los hechos que rodearon a ese atentado y no menciona el nombre del grupo presuntamente responsable».
Pero lo que habría molestado es que «la producción de Cuba usó imágenes de los protagonistas del atentado para la difusión de la obra, lo que ‘molestó muchísimo’ al hombre implicado en el tema, que actualmente está libre en Argentina». Esa molestia habría replicado en Uruguay y habrían surgido las amenazas al grupo.
TAF a su vez, difundió un comunicado en el que dice que los integrantes del colectivo «comenzamos a recibir amenazas a través de las redes sociales» en los que les decían que los «esperaban afuera parados de mano», que les gustaría «ver el teatro arder» y que iban a realizarle «un escrache en la puerta». El grupo expresó su rechazo a las amenazas y agregaron que como colectivo sentían «una enorme impotencia».
En breve diálogo con este medio Fernando Hernández dijo que el hecho ocurrido en Argentina fue tomado como un insumo más del trabajo realizado durante los ocho meses anteriores, pero que en ningún momento se basaron en aquel hecho para realizar la pieza teatral.
Dijo que el grupo quedó molesto con la sala porque la decisión de romper el cuerdo fue unilateral, cuando en realidad en la noche del estreno no había ocurrido nada extraño. El tema está en la órbita de delitos informáticos y se anuncian novedades en las próximas horas.
«El odio se transformó en censura. Nuestro colectivo decide resistir y espera en acción estrenar nuevamente. No nos callamos», culmina diciendo el comunicado que había emitido el grupo, tras conocerse la decisión de La Gringa.