Desde que se produjo la explosión demográfica en la actual Ciudad del Plata, la basura ha sido un problema endémico para las sucesivas administraciones departamentales y municipales, que han ensayado distintas estrategias para controlar su crecimiento, pero hasta ahora no han dado resultado.
Los motivos de esta dificultad son multi-causales: falta de recursos humanos y operativos, de eficientes campañas de concientización, de controles y aplicación de la norma vigente. Eso dentro de la lógica de los gobiernos departamentales y locales, pero la vecina y el vecino también juegan un rol fundamental en el problema.
La Semana salió a realizar un pequeño sondeo entre funcionarios de la comuna, autoridades, comerciantes y vecinos en general, con una única consulta: por qué hay decenas de basurales endémicos a lo largo y ancho de la ciudad.
Por ejemplo, los funcionarios departamentales y municipales, comentaron que “en Delta El Tigre, por Antillas al norte hay tres históricos basurales. Hemos estado en la mañana a levantarlos por completo y no cayó la tarde cuando de nuevo está formado. Cuando preguntamos a los vecinos más afectados, los que prácticamente conviven con esos focos infecciosos, nos decían que nadie vio nada”.
Preocupante el testimonio de los funcionarios, porque situaciones como esas, se multiplican a lo largo y ancho del extenso territorio de Ciudad del Plata.
ACCIONES | En cuanto a las autoridades aún está vivo en la memoria de los platenses, cuando Jesús Cenández (ex Alcalde), por falta de vehículos, salía en su camioneta a hacer la recolección o usaban la chata con el tractor o el propio camión.
En la posterior administración, la que comenzó el desaparecido Walter Martínez y continuó Laura Colombo, fue preocupación constante del Concejo Municipal y casi al final -por 2018-, llegaron los camiones recolectores nuevos, pero no alcanzó. La falta de campañas de limpiezas especiales y compulsivas, hacía que en poco tiempo volvieran a formarse nuevos basurales.
En la actual administración los encabezados por la alcalde Marianita Fonseca y el Concejo Municipal en pleno, adoptaron una medida piloto, contratar volquetas y ponerlas en puntos neurálgicos donde se forman los basurales endémicos.
Estos recipientes de gran porte, al menos por unos días solucionaron en parte la operativa y agilizaron el recoger residuos de gran porte en otros puntos. Primero en Villa Olímpica y Playa Pascual se colocaron cuatro volquetas, en Delta El Tigre y Sofima, tres más.
A los pocos días de estar instalados estos últimos, dos de ellos fueron incendiados lo que obligó a la empresa contratada a retirar el servicio y nuevamente el efecto contagio de lo malo apareció. No pasó un par de semanas que también fue incendiada la volqueta ubicada en Pedro Cea y la Costanera, en Villa Olímpica.
NORMATIVA | Tanto los concejales como la Alcalde, dicen que tomaron la decisión de ir hasta donde los recursos y las fuerzas les den para mejorar la limpieza de la ciudad, comenzando por aplicar el Decreto Departamental que marca y regula todas disposiciones en cuanto al tratamiento de los residuos. Este decreto regula tres categorías de residuos y todos implican distintas conductas comunitarias.
El primero es el de los residuos domiciliarios, con la flota de tres camiones y la entrega de contenedores individuales ya hay zonas donde está controlada la situación en un alto porcentaje y se esperan 4000 contendores más a la brevedad.
En cuanto a los residuos comerciales, ven desde la administración que con la colocación de las volquetas se han disparado algunas alarmas en cuanto a la utilización de los recipientes, “para residuos de origen comercial incluso desechos de alimentos”, lo que trae a la larga los roedores. Desde el Municipio se vuelve a insistir a los comerciantes de la plena vigencia del Decreto 3080 que contiene sanciones para quienes incumplan.
En cuanto a los residuos de gran porte, se está en pleno estudio de las medidas a adoptar respecto a los perjuicios ambientales y contaminantes que la formación de estos basurales produce y amparados en la norma vigente es de esperar que en las próximas semanas el Concejo Municipal, apruebe una batería de sanciones contempladas en la normativa.
Sin dudas este es el aspecto más preocupante por la fragilidad sanitaria de estos tiempos donde los vectores pueden ser múltiples.
Antes de llegar a una situación límite, las vecinas y los vecinos de CDP deberán analizar el rol protagónico que tienen en generar un cambio de conductas en favor de la buena vecindad y convivencia. Si bien en todo San José, la situación también es compleja, estaría bueno pensar que desde CDP se puede ser el camino a la solución.
Por Carlos García.
