El Instituto Camino Abierto (ICA), días atrás celebró los primeros 26 años de existencia jurídica, pues como bien aclaró su directora Marisa Mederos, la gestión y el “enamoramiento” con la tarea venía de antes, junto a las y los compañeras/os fundadores.
El ICA promueve la integración socio-laboral de personas con discapacidad mental. Realiza actividades educativas, preparación para el trabajo, alimentación, atención psicológica, deportes, transporte y alojamiento para 40 personas.
Categorizada como una “organización de atención y servicios dentro de la inclusión social a personas de ambos sexos con discapacidad”, en Ciudad del Plata administra dos hogares: el histórico “Los Tulipanes”, ubicado en el eje de la Ruta Vieja a la altura del kilómetro 33.500 y el recientemente inaugurado “Hogar Las Violetas”, dentro del predio de la Comunidad Inclusiva en el barrio Parque Póstel, que alberga unos 15 jóvenes de ambos sexos.
En ambas ubicaciones los cupos están completos y con lista de espera. Son internados en clave de casa de familia, en la cual sus habitantes -y de acuerdo a las capacidades de cada uno-, realizan todas las tareas, teniendo todos responsabilidades a cumplir, que van desde hacer los mandados, hasta el aseo del hogar y mantener su entorno con tareas de jardinería, por ejemplo.
El resto del horario lo cumplen con distintos talleres de estímulo a sus capacidades, permitiendo de esta forma una mejor integración social y comunitaria. Muchos de ellos trabajan en distintas empresas locales y se movilizan en las líneas de buses locales con total normalidad y totalmente integrados a la comunidad platense.
Otras experiencias como el teatro, por ejemplo, les han permitido un desarrollo intelectual de acuerdo a sus posibilidades, avances para la interrelación entre ellos y con el público también.
PROYECTOS | Marisa Mederos directora de ICA quien junto a Ana Morales dirigen ICA vienen desarrollando un proyecto abarcativo, social no de permanencia, sino en forma de ambulatorio, que podría llevar a extender sus servicios. La idea es realizar un tratamiento integral no sólo del chico o chica con discapacidad, sino también llegar al núcleo familiar, para completar un proyecto total de superación del individuo.
Mederos explicó que lugar tienen para realizar esta especie de consultorio o aula abierta a la comunidad y en camino están de presentar el proyecto.
Según lo contado por Marisa Mederos “apuntamos a concretar la parte edilicia, donde podamos separar la residencia de la docencia. Es esencial que quienes habitan los hogares no se sientan invadidos y mantengan su intimidad sin perder la libertad”.
Luego Mederos agregó que “nosotras siempre soñamos con tener un lugar amplio donde desarrollar talleres, recibir a las familias para poder intercambiar sobre cada uno de ellos y así brindar un trato casi personalizado que vuelque toda la experiencia y enseñanza en favor de él o ella y su propio núcleo familiar”.
Al multidisciplinario equipo técnico que estaría a cargo de esta nueva quijotada del ICA, compuesto de psicólogos, psicopedagogos, talleristas, docentes, se llega por la vía de acuerdos con instituciones como el BPS, otras oenegés y hasta por la contratación directa si fuese necesario, dijo Marisa Mederos.
Este proyecto no es novedoso, pues ya hay varias experiencias a nivel país, pero sería, en caso de concretarse, el primero en Ciudad del Plata y dependerá no sólo del esfuerzo y compromiso de ICA y su equipo, dependerá también de quienes desde la faz institucional pública, empresarial y comercial y hasta la propia comunidad lo hagan como propio, brindando el apoyo requerido.
No sólo se trata de construir el amplio espacio totalmente inclusivo y con todos los servicios necesarios, salón para ejercicios, aulas o retiros y una batería de baños inclusivos.
Apenas este medio tomó contacto con la idea, decidimos darla a conocer, por más que fuera un borrador, con la idea de continuar motivando la participación directa o indirecta en el proyecto. La invitación es que se acerque a conocer la obra social, comunitaria e inclusiva de ICA en sus dos hogares “Los Tulipanes” y “Las Violetas”, donde el afecto y empatía están a servir de mano.
Por Carlos García.
